Reciclar es una tarea pendiente para muchas empresas españolas. Tanto en las pymes como en las grandes compañías no siempre son conscientes de lo importante que puede llegar a ser. Es una forma de ahorro y de dar una segunda oportunidad a objetos que podría pensarse que marchan camino del vertedero.
Afortunadamente, las opciones en este campo se multiplican. Cada día surgen nuevas propuestas que aportan su granito de arena. Una de las más interesantes es L'estoc, una empresa de Barcelona que, además de elaborar muebles con materiales reciclados, realiza una importante labor social.
Esta compañía catalana ofrece a sus clientes piezas únicas y con un importante trabajo artesanal en el que participan personas con discapacidad intelectual. Su modelo de negocio y su iniciativa emprendedora han sido reconocidas con uno de los galardones de Momentum Project, el programa de apoyo a las empresas sociales de BBVA.
Jordi Mayals, uno de los socios de L'estoc, ha hablado con Libre Mercado para contar cómo funciona una empresa que con una vieja puerta es capaz de crear una mesa de comedor única y totalmente artesanal. Y con unos carpinteros muy especiales como encargados de hacer el trabajo.
- ¿Qué os empujó a desarrollar un proyecto de gestión de residuos? ¿ Cómo habéis llegado a este sector?
- Hace 10 años, empecé a trabajar como voluntario en un centro de ocio para personas con discapacidad intelectual y se me abrió un mundo. Poco a poco, fui evolucionando y llegué a director del centro. A partir de aquí, empecé a desarrollar un proyecto propio. Soy ingeniero agrónomo de profesión y siempre me he dedicado al mundo de la gestión de residuos y del medio ambiente. Conseguí hacer lo que sé hacer, trabajar con objetos provenientes de residuos y con personas con discapacidad.
- ¿Cómo está organizada L’estoc a nivel interno?
- Desde que nació el proyecto hemos tenido reconocimientos tanto a nivel autonómico como nacional, pero no tenemos ayudas directas por el hecho de trabajar con personas con discapacidad intelectual. L’estoc está constituida como cooperativa de iniciativa social ya que es la figura jurídica específica en la que más encaja. Actualmente somos cinco socios: Albert Capella, responsable de diseño y del taller de carpintería, tres chicos auxiliares de carpintería, con discapacidad intelectual y yo.
- ¿Cómo es trabajar con residuos? ¿Qué funciones desempeñáis?
- Nuestro trabajo es muy creativo y estimulante. Trabajamos conjuntamente con escuelas de formación de chicos con discapacidad intelectual, que vienen a nuestro talles para formarse en el ámbito de trabajo de un taller. Tratar maderas, pulir, sacar clavos y pintar son algunas de las funciones que se hacen en el taller. Trabajamos con materiales de reciclaje. Las bobinas son donadas por una empresa, compramos los palets y puertas antiguas y somos nosotros los que vamos a recogerlos. Hace algún tiempo, realizaron un estudio sobre el impacto social que tenía L’estoc y concluyeron que, por cada euro invertido, generamos 5,41 euros en impacto social.
- ¿Cómo son vuestros clientes?¿Qué buscan cuando van a L’estoc?
- Nuestra línea de diseño está bastante marcada. Trabajamos con profesionales, oficinas, restaurantes, tiendas y hoteles. Ofrecemos un servicio muy amplio y que se adapta a las necesidades del cliente. Es la clave de haber llegado hasta aquí. Los clientes vienen con su idea y nosotros les ayudamos a desarrollarla.
- ¿Dónde se pueden adquirir los muebles de L’estoc? ¿Tenéis alguna iniciativa aparte del reciclaje?
- Los muebles se pueden comprar por internet pero no es el canal por el que más vendemos. La web y la tienda son showrooms en los que el cliente puede ver nuestra forma de trabajar, pero la mayoría viene buscando algo concreto y, en base a eso, trabajamos.
Ofrecemos un taller de restauración, tanto para particulares como para empresas. Con las empresas hacemos team building y nuestros chicos trabajan con los asistentes montando un sofá o una estantería. Los temas de responsabilidad social gustan mucho y hay mucha interacción. Nuestro objetivo no es solo que los chicos tengan trabajo, también queremos que se conozca bien su realidad.
- ¿Cómo os veis en el futuro? ¿Qué objetivos habéis marcado para L’estoc?
- El hecho de participar en programas de emprendimiento ha sido muy importante para conocer las necesidades del negocio. No es fácil y nosotros tenemos los mismos costes que cualquier otra empresa. En este sentido, aliarnos a una empresa grande como es la Fundación Ampans, nos ha dado mucha estabilidad.
Además de Barcelona, trabajamos en Madrid. Hace poco cerramos un proyecto para unas oficinas de Reales Seguros y tenemos dos showrooms y una representante en Madrid. Nuestro objetivo es seguir expandiéndonos por todo el territorio nacional.
