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'Menos es más': Educación, Sanidad e Innovación mejoran pese a las quejas por los recortes

Los resultados muestran que las estrecheces presupuestarias han alentado más eficiencia y mejores resultados. 

Los resultados muestran que las estrecheces presupuestarias han alentado más eficiencia y mejores resultados. 
Los recortes han aumentado la eficiencia

Para millones de españoles, la crisis económica se ha traducido en un descenso de su renta disponible, afectada por las rebajas salariales y por las subidas de impuestos. En consecuencia, muchos españoles se han visto obligados a revisar sus patrones de gasto, con ánimo de adoptar patrones de consumo más modestos.

Algo parecido le ha ocurrido a las Administraciones Públicas. Los recursos que manejan nuestros gobernantes han caído como consecuencia del pinchazo de la burbuja, poniendo a prueba la capacidad de adaptación de nuestros sistemas de sanidad, educación o innovación. Al igual que ha ocurrido en muchos hogares, y aunque resulte políticamente incorrecto decirlo, el resultado ha sido un mejor empleo del dinero público, que ahora es capaz de hacer más con menos.

La Sanidad gana en eficiencia

Empecemos por nuestro sistema de salud. Según el Índice Bloomberg de Eficiencia Sanitaria, que se ha publicado recientemente, la sanidad española ocupaba el puesto 8 del ranking en el año 2009 pero ha mejorado su resultado en plena crisis hasta alcanzar el tercer puesto de la tabla, con una nota de 72,2 puntos sobre 100 que solamente se ve superada por Hong Kong y Singapur.

De esta forma, España supera a Corea del Sur (71,5), Japón (68,2), Italia (67,7), Israel (66,8), Chile (65,2), Emiratos Árabes Unidos (64,3) y Australia (62), los países que completan el top 10. También nos situamos muy por delante de los países nórdicos: Noruega figura en el puesto 20, Suecia en el número 27 y Dinamarca en el escalón 42. Además, España supera claramente en eficiencia a otros países de la OCDE como EEUU, Reino Unido, Francia, Bélgica…

El indicador de eficiencia tiene en cuenta la esperanza de vida, los costes de la sanidad y otras variables. En el caso de España, los recortes en el gasto sanitario no han impedido una mejoría constante en todas las variables que recogen los Indicadores de Calidad de Vida que publica el Instituto Nacional de Estadística:

- La esperanza de vida ha subido de 80,9 a 82,7 años durante la última década.
- Solo el 7,4% cree que su estado de salud es "malo" o "muy malo", frente al 12,2% de 2006.
- El porcentaje de españoles con limitaciones en su actividad diaria ha bajado del 8,5% al 5,1% en los últimos diez años.
- El número de personas que no ha podido acceder a cuidados médicos que necesitaba se ha reducido del 2,7% al 0,7% entre 2006 y 2015.

Los informes del gobierno apuntan que el gasto público consolidado en materia sanitaria ha bajado de 69.400 a 61.947 millones. Sin embargo, tanto el informe de Bloomberg como los indicadores del INE apuntan que el descenso de gasto público no se ha traducido en peores resultados en clave de salud.

Educación e Innovación también mejoran

Algo parecido podría decirse de la educación. El último informe publicado por FEDEA constata que la revisión del sistema de tasas universitarias ha surtido el efecto anunciado por el ex ministro José Ignacio Wert. Y es que, como escribía Domingo Soriano en Libre Mercado, "las notas han subido, la probabilidad de aprobar en primera matrícula ha aumentado y el número medio de veces que un estudiante se matricula de una asignatura antes de aprobar ha caído… Los incentivos también funcionan aquí. Los universitarios españoles, enfrentados a un coste más alto en sus estudios, se han puesto las pilas. Y un apunte interesante: han sido los peores estudiantes los que mejor los han hecho en términos relativos".

En la misma dirección va el último Informe PISA de la OCDE. Más de 37.000 alumnos de los colegios e institutos de nuestro país se sometieron a esta prueba durante 2015. Una vez más, vemos que la norma en los últimos años ha sido de relativa estabilidad, lejos del apocalíptico escenario que a menudo describían las "mareas educativas".

En lo tocante a la innovación, también parece que la caída de las aportaciones públicas ha ido de la mano con un esfuerzo adicional por parte de todas las partes implicadas. El resultado es que la base de datos de la Oficina Española de Marcas y Patentes en la que se registran las nuevas invenciones muestra que la solicitud anual de patentes de este corte ha crecido de 212.415 en 2006 a 281.711 en 2015.

Eficiencia y gasto: ¿menos es más?

Sin duda, resulta polémico afirmar en sede parlamentaria que es necesario bajar el gasto y no subirlo. El debate público amenaza con convertirse en una subasta concurrida por políticos que anuncian fuertes aumentos de los presupuestos con el objetivo de captar votos. Sin embargo, académicos como Livio di Matteo tienen claro que, en ocasiones, menos es más.

Di Matteo ha estudiado el desempeño de los países atendiendo a sus niveles de gasto público y a sus resultados en clave educativa, sanitaria y económica. El resultado es que países como Suecia y Noruega, donde el gasto público es mucho más alto, se mueven en los mismos niveles de eficiencia que Luxemburgo, Suiza, Australia o Reino Unido, países que mantienen estructuras públicas más reducidas.

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