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¿Qué tipo de empleos serán sustituidos por la revolución tecnológica?

Portugal, Italia y España son los países europeos en donde el cambio tecnológico podría tener un mayor impacto en materia de empleo.

Portugal, Italia y España son los países europeos en donde el cambio tecnológico podría tener un mayor impacto en materia de empleo.
Una fábrica de coches | EFE

Los constantes y crecientes cambios tecnológicos que se están experimentando en los últimos años a lo largo y ancho del globo, junto con la deslocalización de ciertos procesos productivos, tienen un impacto evidente sobre el mercado laboral. Sin embargo, éste varía mucho en función del tipo de trabajo del que se trate.

El sociólogo Sergio Torrejón ha elaborado un índice para calcular los empleos más vulnerables ante este tipo de fenómenos y los países europeos más afectados. En un artículo publicado en Agenda Pública y replicado por el World Economic Fórum, este investigador saca las siguientes conclusiones.

"Las tareas rutinarias, que no implican labores creativas ni mucha interacción social, son las más susceptibles de ser reemplazadas. Los empleos que se nutren de este tipo de tareas se encuentran en una situación de riesgo potencial de desaparecer", según su Índice de Riesgo de Reemplazo (IRR), que mide los empleos intensivos en la realización de distintos tipos de tareas. Dicho indicador oscila entre 0 y 1: cuanto más alto sea su valor, se considera que el empleo cuenta con un mayor riesgo de desaparecer.

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"Las ocupaciones que cuentan con un IRR menor son las directivas y profesionales, además de algunas de servicios no cualificados como los de venta o servicios personales y de cuidados. Las ocupaciones sobre las que pueden hacerse previsiones más optimistas son en la mayor parte de casos ocupaciones de calidad o que requieren un nivel educativo alto, aunque también existen otras de baja calidad -enfocadas a los servicios- que se espera respondan de modo favorable a los principales cambios que están teniendo lugar en el mercado de trabajo. En cambio, el perfil de las que tienen un IRR más alto es más nítido, caracterizándose por su escasa calidad y un carácter manual y mecánico", explica Torrejón.

El sur de Europa, más vulnerable

Una de las ventajas de este índice es que también permite analizar la vulnerabilidad potencial que presentan ciertos países debido a su particular estructura productiva y la concentración de actividades que cuentan con peores expectativas laborales en el futuro. "En el caso de España el diagnóstico no invita a ser optimistas, ya que se sitúa junto a otros países del sur de Europa en la cabeza con uno de los valores más altos", tal y como refleja el siguiente gráfico.

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Este investigador añade que "existe una división entre el norte y el sur del continente, contando los segundos con una proporción mayor de empleos en riesgo potencial de desaparición. Estos suelen contar también con unas tasas de pobreza y desigualdad mayores, motivo por el que parece razonable señalar a la existencia de estructuras productivas débiles -intensivas en bienes y servicios de baja productividad- como causa y origen de algunos de los problemas estructurales de la economía y el mercado de trabajo".

En el caso concreto de España, "son los hombres, los inmigrantes y especialmente las personas con un nivel educativo bajo quienes más se emplean en el tipo de ocupaciones más vulnerables. Esto indica que, de entre los ocupados -no considero aquí a las personas que no trabajan-, son ellos quienes cuentan con unas expectativas laborales peores", concluye Torrejón. "Fenómenos como el cambio tecnológico y el comercio internacional favorecen la destrucción de determinados empleos e impulsan la creación de otros".

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