La Junta de Extremadura ha puesto en marcha el Plan Renove de Mobiliario de Hogar de Extremadura por el que se concederán ayudas de hasta 200 euros por mueble que se compre en la región, y hasta un máximo de 1.000 euros por comprador en cada convocatoria.
El Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura aprobó el pasado miércoles el decreto por el que se establecen las bases reguladoras de un plan que busca "incentivar el consumo, estimular el comercio y propiciar la actividad económica del sector de la fabricación de muebles".
Así lo explicó la portavoz de la Junta de Extremadura, Isabel Gil Rosiña, que califica el decreto de algo "totalmente novedoso". Según sus cálculos, en cada convocatoria podrán financiarse unas 5.000 actuaciones, "con una ayuda media de 150 euros por actuaciones".
Este decreto contempla un sistema de ayudas dirigidas al consumidor final, que supondrá un descuento del 25% del valor de cada mueble que se adquiera en un establecimiento comercial ubicado en Extremadura y que esté adherido al plan, con una cuantía máxima de 200 euros por mueble y de 1.000 euros por comprador en cada convocatoria.
La Junta de Extremadura destinará 750.000 euros anuales a estas ayudas, para las que se publicarán tres convocatorias, de 2016 a 2019.
La subvención se pone en marcha debido a que "en los últimos años se ha producido una destrucción de empresas del sector", que ha estado "provocada por la desaparición de empresas destinadas a distintos subsectores del mueble". Gil Rosiña explicó que el gasto medio por hogar a la compra de muebles y este tipo de artículos "se ha reducido prácticamente a la mitad" entre 2007 y 2015, en concreto un 51 por ciento en Extremadura, una "fuerte caída del consumo" que "ha afectado tanto al sector de la fabricación de muebles, como al sector de la comercialización".
Firmas como Ikea se quedan fuera
e acuerdo con el decreto, tendrán la consideración de muebles para el equipamiento del hogar los de dormitorio, incluidos los armarios, los de salón-comedor, cocinas, muebles de baño, sofás, recibidores y muebles auxiliares en general. Respecto a los de cocina, se contabilizarán como un único mueble.
Por otra parte, quedan excluidos los de jardín, los artículos decorativos, espejos, equipamiento textil, colchones y los artículos de iluminación, además de los muebles en kit, es decir, aquellos que se comercializan desmontados y donde el montaje corre por cuenta del comprador o se facilita por el vendedor como un servicio accesorio o adicional, como pueden ser los de la firma sueca Ikea.