Bosch y Daimler, matriz de Mercedes, se han unido para avanzar en la conducción autónoma. Las dos compañías han firmado un acuerdo de desarrollo para lograr que los vehículos sin conductor cumplan la función de taxis dentro de 3 años.
El acuerdo entre el mayor fabricante mundial de vehículos de alta gama y el principal proveedor global de piezas automovilísticas supone una potente ofensiva en el sector. Compañías como BMW o Ford también están trabajando en el coche autónomo, así como Uber o Google.
El objetivo de este acuerdo es desarrollar un coche sin conductor preparado para la circulación en ciudad, lo que contribuiría a la descongestión del tráfico, a la reducción de accidentes y a que los usuarios utilicen su tiempo en el coche para otra cosa que no sea la conducción. Además, supondría un avance en el campo de los coches compartidos y en el funcionamiento del tráfico en el futuro.
Los usuarios podrán pedir estos particulares taxis a través del móvil, lo que supone "una oportunidad de movilidad para las personas que no tienen permiso de conducir", asegura Daimler. "El objetivo principal del proyecto es lograr el desarrollo de un sistema de conducción que permita a los automóviles conducir de forma totalmente autónoma en la ciudad", añade.
Las empresas no han informado sobre las cifras por las que habían cerrado acuerdo, el mercado en el que aterrizarán primero y el modelo de coches que usarán.