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Pierre Bessard: "Los paraísos fiscales juegan un rol positivo, nos ayudan a frenar la opresión tributaria"

El economista y financiero señala que cada país debe diseñar su propio sistema fiscal. 

El economista y financiero señala que cada país debe diseñar su propio sistema fiscal. 
Billetes de euro | Corbis

Lanzar un think tank liberal puede ser deporte de riesgo en algunos países, pero no en Suiza. En el pequeño país helvético, célebre por su apego a las ideas del laissez faire, Pierre Bessard preside el Instituto Liberal, una organización que cuenta con oficinas en Génova, Lugano y Zurich. Sus principales áreas de investigación incluyen los impuestos y la competitividad.

Bessard afirma sin ningún tapujo que "los paraísos o refugios fiscales juegan un rol positivo en la economía global. Nos ayudan a frenar la opresión tributaria. Nos ayudan a defender nuestros ahorros y nuestra privacidad, poniendo coto a las políticas confirmatorias. Por eso tenemos que poner en valor el papel que juegan en la economía mundial".

El economista y financiero insiste en que "cada país debe diseñar su propio sistema fiscal teniendo en cuenta el modelo de crecimiento y desarrollo que espera consolidar, pero eso no puede derivar en la imposición de un marco unificado en el que solo se acepta el sistema de los impuestos altos y el intervencionismo económico".

Nuestro entrevistado es especialmente crítico con la OCDE: "desde hace dos décadas, y de manera cada vez más pronunciada, se ha convertido en la policía mundial de los impuestos. Cuando se fundó en 1960, se suponía que esta organización nacía para promover el crecimiento, el empleo, el libre comercio, la prosperidad de los ciudadanos… De hecho, hay distintos campos en los que la OCDE sí ha impulsado medidas positivas. Pero en clave fiscal, la situación es muy distinta".

Suiza no parece aceptar estas imposiciones y ya en 1998 envió un comunicado formal a la organización en el que el país helvético defendió la competencia tributaria como antídoto contra la generalización de los impuestos altos. En 2007 volvió a ocurrir algo similar y los suizos respondieron a la OCDE que no estaban dispuestos a respaldar su agenda de armonización fiscal.

Pero, como reconoce Bessard, "la crisis ha reforzado el intervencionismo, poniendo en jaque la competencia fiscal. El G-20 se ha sumado con entusiasmo a la campaña de la OCDE y los gobiernos de Occidente han insistido una y otra vez en que sus problemas se deben a la competencia fiscal, excusa perfecta para no afrontar el fracaso de sus medidas keynesianas".

Según Bessard, "el propio equipo de investigación de la OCDE desaconseja esta doctrina. Por ejemplo, en sus estudios se habla de que hay una conexión entre un gobierno demasiado grande y un menor crecimiento económico. También nos encontramos con otros documentos que admiten que hay una conexión entre los impuestos altos y la evasión fiscal. Incluso hay trabajos de la OCDE que han señalado que la competencia tributaria limita la tendencia a gastar demasiado e imponer gravámenes excesivos".

El economista suizo añade un motivo más para defender la competencia tributaria: "el ritmo de crecimiento de los países va reduciéndose conforme suben los impuestos. Hay numerosos trabajos que así lo acreditan. De manera que, promoviendo un mundo con impuestos más bajos, estamos promoviendo un mundo que crezca y se desarrolle de manera más vibrante".

¿Qué países siguen sus recetas? Bessard ha elaborado un Ranking de Opresión Fiscal que calcula el peso de los impuestos, la calidad de las instituciones y el grado de seguridad jurídica vigente en cada país. Según su clasificación para la OCDE, los mejores de la clase serían la propia Suiza, Canadá, Nueva Zelanda o Estonia.

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