Antonio Banderas y otros seis famosos proyectos urbanísticos frustrados por culpa de la política
Son muchos los proyectos urbanísticos de renombre que han podido desarrollarse en España, pero que han terminado fracasando. Inseguridad jurídica, trabas burocráticas y arbitrariedades políticas son algunas de las causas más habituales.
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1. Edificio España
El Grupo Wanda, que adquirió el Edificio España por 265 millones de euros al Banco Santander, tuvo muchos problemas con el Ayuntamiento de Madrid y, finalmente, decidió vendérselo al grupo Baraka. Aún están en trámites.
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2. Disneyland
En 1983, España era una de las candidatas para albergar Eurodisney, pero los responsables de Walt Disney optaron, finalmente, por París para albergar su proyecto de ocio en Europa
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3. Live! Resorts Madrid
Cordish anunció el pasado mes de diciembre su intención de invertir más de 2.200 millones en la construcción del macrocomplejo en el Corredor del Henares. Recientemente, el Gobierno de la Comunidad de Madrid ha rechazado la propuesta porque "incumple las condiciones de un Centro Integrado de Desarrollo"
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4. BCN World
Ya no queda nada del proyecto BCN World, propuesto por Enrique Bañuelos en 2012. La Generalidad alarga el plazo para que Hard Rock, Melco y Grup Peralada, las empresas seleccionadas para llevar a cabo el macrocomplejo, entreguen sus proyectos
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5. Eurovegas
En el año 2012, el empresario Sheldon Anderson, propietario de Las Vegas Sands, se interesó por unos terrenos en Alcorcón, Madrid, para construir un gran complejo de turismo y ocio. Sin embargo, renunció al proyecto ante las inseguridades jurídicas del país.
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6. Proyecto cultural de Antonio Banderas
Teatro del Puerto, el proyecto cultural que tenía en mente Antonio Banderas para la ciudad de Málaga, tendrá que esperar, después de que Málaga Ahora e IU Málaga rechazaran el proyecto recientemente.
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7. Operación Campamento
La 'operación Campamento' no ha estado libre de trabas. Ni el Ayuntamiento de Madrid ni el Gobierno se han puesto de acuerdo. 1,5 millones de metros cuadrados, propiedad del Ministerio de Defensa, cuyo desarrollo urbanístico se mantiene estancado desde hace años por culpa de las trabas burocráticas
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