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La debilidad de May y el auge de Macron refuerzan a Bruselas: "Habrá Brexit duro"

Primer dardo a Londres: las cámaras de compensación, vitales para las transacciones financieras, vendrán al continente tras la ruptura.

Arrancó la negociación formal de los términos del Brexit. El divorcio entre Reino Unido y la Unión Europea se prevé costoso y, según las estimaciones más abultadas, puede llegar a suponer un golpe directo de 100.000 millones de euros para las arcas del Tesoro británico. Todo dependerá, en cualquier caso, de las conversaciones que acaban de empezar a celebrarse.

John Hardy, el director de estrategia de divisas de Saxo Bank, tiene claro que el flojo resultado cosechado por el Partido Conservador "reduce la credibilidad de Theresa May para negociar con la Unión Europea. El propio Michael Gove, ministro del Gobierno británico y firme partidario del Brexit, ha reconocido que Londres está listo para tomar una postura más suave en las negociaciones".

"Habrá Brexit duro", defienden fuentes comunitarias consultadas por este diario. La explicación no reside únicamente en el fiasco electoral de May, sino que también descansa en el auge de Emmanuel Macron, un firme partidario de la Unión Europea que no dudará en sumarse a la exigente línea de negociación que Alemania quiere adoptar con las islas, principalmente como recado a aquellos países en los que ha calado el euroescepticismo.

Las cámaras de compensación

Un primer movimiento hacia el Brexit duro ha sido la filtración de una propuesta de legislación sobre cámaras de compensación. Estas instituciones son las que, en la práctica, ejecutan las transacciones que cierran los distintos agentes de los mercados financieros. Se estima que entre siete y ocho de cada diez operaciones derivadas cerradas en euros se canalizan a través de cámaras de compensación con sede en Reino Unido.

Ahora, la idea de Bruselas es forzar el traslado a suelo europeo de dichas instituciones como condición indispensable para seguir teniendo acceso al mercado comunitario. De introducirse esta nueva legislación, las cámaras de compensación de la City deberían hacer las maletas y trasladarse a países miembros de la UE. Está por ver si el Consejo Europeo y el Parlamento Europeo dan luz verde a la propuesta, pero las vibraciones en Bruselas son favorables, incluso si esto supone un cierto encarecimiento de los costes financieros, como consecuencia de la pérdida de las economías de escala que supondría abandonar Londres.

Evidentemente, mover todas y cada una de las cámaras de compensación de un solo golpe podría ser demasiado agresivo y complejo, de modo que la legislación sugerida por la Comisión apunta que el requisito de traslado a la UE quedaría ligado a la importancia de la entidad en cuestión. Y aquí está el truco, pues bastaría con que la Agencia Europea de Valores y Mercados designe una cámara de compensación como "sistémica" para que dicha compañía enfrente la obligación legal de dejar la City y mudarse a un país de la UE.

En Saxo Bank creen que "estos movimientos para aislar a Reino Unido implicarían una necesidad de reubicación masiva de entidades financieras". John Hardy reconoce que, hasta ahora, la reacción del mercado ante este tipo de propuestas ha sido "tenue", pero anticipa que el endurecimiento de la negociación del Brexit está aquí para quedarse.

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