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Cataluña, entre la incredulidad de los inversores y el miedo de los empresarios

Los inversores confían en que se impondrá la legalidad, mientras algunos empresarios preparan su marcha si la situación empeora. 

Los inversores confían en que se impondrá la legalidad, mientras algunos empresarios preparan su marcha si la situación empeora. 
El presidente de la Generalida, Carles Puigdemont, junto al vicepresidente, Oriol Junqueras, durante el debate de ayer jueves | EFE

El órdago independentista catalán aviva la tensión entre los empresarios de la región. Sus declaraciones sobre las nefastas consecuencias que tendría una hipotética secesión son una constante en la esfera pública. Ayer jueves, el presidente de Empresarios de Cataluña, Josep Bou, advertía de que si la Generalidad sale "victoriosa" de este "envite" contra el Estado español, Cataluña "se hundiría y quedaría colapsada económicamente".

Bou no dudaba en criticar la ley aprobada ayer en el Parlamento catalán para validar la consulta ilegal del 1 de octubre. De seguir así, se produciría la "paralización económica" de Cataluña, lamentaba.

A su juicio, si el referéndum "no se desbloquea, puede haber una deslocalización de empresas" en Cataluña "en cascada", advertía. Y sería "como nunca hemos visto hasta ahora". En los últimos años, la fuga de empresas de la región no ha cesado.

"Botón rojo" para marcharse en "24 horas"

Un paso más allá ha ido el presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en España (Amcham), Jaime Malet, en declaraciones recogidas por el diario Expansión. Malet ha asegurado de que muchas de las empresas con sede en Cataluña cuentan con un "botón rojo" para trasladar su sede a otra comunidad en menos de 24 horas en caso de que la situación empeore. "Hay empresas que tienen un mecanismo de cambio de sede social preparado con notarios y despachos de abogados. En 24 horas pueden cambiar su sede social. Es lo que llaman el botón rojo", ha añadido.

Aún así, Malet señala que en Cataluña actualmente hay dos tipos de empresas "las que no se creen que vaya a haber referéndum ni mucho menos independencia, y siguen invirtiendo con normalidad en Cataluña, y las a las que está afectando el nuevo desafío y que están replanteándose sus inversiones".

Estabilidad de la prima de riesgo

Por ahora, entre los que tampoco creen que Cataluña pueda llegar a independizarse de España están los inversores internacionales. La mejor prueba de ello está en la prima de riesgo española, que se mantiene estable en los 117 puntos básicos.

A pesar de la tibia evolución del bono nacional a diez años, son varios los organismos internacionales que advierten del perjuicio que está suponiendo el desafío en Cataluña.

La última ha sido la agencia de calificación Fitch, que amenaza con degradar el rating de la región. "Creemos que no habrá secesión de España, pero una escalada en la tensión sería negativo para el rating de Cataluña si el apoyo financiero del Gobierno central se debilita o incluso se retira", afirma la agencia.

En la misma línea iba el pasado miércoles Goldman Sachs, que retiró a CaixaBank de su lista de compañías con recomendación de compra por las "tensiones políticas" en Cataluña. "Las "tensiones políticas en Cataluña han escalado en las últimas semanas", decía y añadía que pueden intensificarse más tanto antes como después del referéndum del 1 de octubre. La entidad argumenta que CaixaBank es "el banco español más expuesto" a este riesgo.

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