La Asociación Nacional del Cigarrillo Electrónico (ANCE) y la Unión de Promotores y Empresarios del Vapeo (UPEV) califican la apuesta de la Agencia Americana del Medicamento (FDA) por este dispositivo como un hito para el sector y la sociedad, que posiciona a Estados Unidos a la vanguardia de la lucha contra el tabaquismo.
El nuevo plan de control para reducir el número de fumadores, anunciado recientemente por la FDA, no sólo busca disminuir los niveles de nicotina en el tabaco para reducir la adicción a los cigarrillos tradicionales, sino que pretende, en palabras del Dr. Scott Gottlieb, Comisario de la FDA, "visualizar un mundo en el que los cigarrillos ya no creen adicción y en el que los adultos que aún necesitan o quieren nicotina puedan obtenerla a partir de fuentes alternativas y menos perjudiciales. Ésta debe ser la piedra angular de nuestros esfuerzos".
Así, ANCE y UPEV celebran esta decisión por parte de la FDA estadounidense y su apuesta por favorecer el desarrollo del cigarrillo electrónico a través de su regulación como una potente herramienta contra el tabaquismo. Una apuesta que ya han hecho otros países en el mundo con resultados muy alentadores en cuanto a la reducción de las tasas de tabaquismo.
Y es que, a principios de verano, el Departamento de Salud del Reino Unido presentaba su Plan de Control del Tabaco que explícitamente recomendaba mantener al margen de las leyes anti-humo al cigarrillo electrónico, calificándolo como herramienta anti tabaco y pidiendo incluso mantener el derecho de los trabajadores a vapear en las oficinas, apoyándose en los numerosos estudios que certifican que no existen efectos adversos para terceras personas y que, por tanto, no existen conceptos como el de vapeador pasivo.
Según Arturo Ribes, presidente de UPEV, "toda medida orientada a dificultar el acceso a los cigarrillos electrónicos obligaría a los usuarios a volver a los cigarros convencionales. Eso es exactamente lo que ocurriría en el caso de que se prohibiera la venta online en España y es justo lo que los gobiernos del Reino Unido, y ahora el de Estados Unidos, quieren evitar".
Estados Unidos, es precisamente uno de los países más beligerantes del mundo hacia el tabaquismo y ha adoptado en el pasado numerosas leyes que restringen el consumo, presentación y venta de estos productos. "Pero, desde hace un tiempo, la FDA estadounidense se ha dedicado a estudiar cuál debía ser la mejor manera de regular los dispositivos electrónicos, y parece que la evidencia científica se ha impuesto a la regulación prohibitiva y desmesurada que pedían algunos críticos".