La central nuclear de Lemóniz (Vizcaya) se reconvertirá en una piscifactoría. El Gobierno vasco aprovechará sus instalaciones, abandonadas por Iberdrola en los años 80 tras el asesinado de cinco de sus trabajadores por parte de la banda terrorista ETA, para poner en marcha la cría de pescado. La central nunca entró en funcionamiento ni albergó material radiactivo de ningún tipo, puesto que su construcción no llegó a completarse.
La proyecto presentado por la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, y el laboratorio pesquero Azti contempla reconvertir las zonas de transformadores y las vasijas del reactor en un espacio para la crianza de gambas, langostinos, lenguado, rodaballo, salmón y trucha asalmonada.Según la consejera, hay inversores vascos, franceses y noruegos que ya han mostrado interés por invertir. La calidad del agua y las tomas que iban a refrigerar el reactor hacen posible poner en marcha una o varias instalaciones de ese tipo utilizando tecnologías de recirculación de agua, informa El País.
"Se trata de hacer de la acuicultura una oportunidad de futuro para producir más pescado, generar nueva actividad económica y más empleo", según explicó la consejera tras asegurar que las inversiones serían privadas. Todavía están pendientes los permisos administrativos, la elaboración de un plan de ordenación del litoral, el proyecto de ingeniería, y después la obra civil, así que no estará operativo antes de un lustro si, finalmente, se logra un acuerdo. Los terrenos, actualmente en manos de Iberdrola, son de titularidad pública, aunque en su día fueron cedidos. El Ejecutivo central incluyó en su pacto de Presupuestos con el PNV ceder los terrenos a la comunidad foral.