El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha asegurado este miércoles que la crisis de Cataluña ha impactado en la prima de riesgo, que debería estar en los 85 o 90 puntos básicos, y ha confiado en que tras las elecciones autonómicas la situación se normalice y el PIB pueda crecer en 2018 en el entorno del 3%.
En declaraciones en el Congreso antes de comparecer en la Comisión de Economía para informar de la situación económica y del plan presupuestario de 2018 remitido recientemente a Bruselas, De Guindos ha recordado que España cumplirá este año con el objetivo de déficit público, que se situará incluso una décima por debajo, en el 3% del PIB.
"La próxima primavera España saldrá del procedimiento de déficit excesivo después de 9 años", ha puntualizado.
No obstante, ha señalado que la crisis catalana ha tenido un impacto específico, no sólo en la actividad económica de Cataluña, sino también en las expectativas de los mercados de capitales y por lo tanto en la Bolsa española.
"Si el tema de Cataluña no estuviera encima de la mesa, la prima de riesgo española estaría bastante más baja, en vez de en 115 puntos básicos estaría en el entorno de los 85 o 90 puntos y si no hubiéramos tenido esta situación las agencias de rating hubieran elevado la nota de España y estaríamos en notable, o notable alto", ha señalado.
El ministro se ha mostrado no obstante optimista y ha confiado en que los datos económicos se reconduzcan, porque los últimos datos de ejecución presupuestaria son buenos.
Y ha agregado que se debe a que el crecimiento económico genera un aumento de los ingresos y una reducción del gasto en partidas ligadas a la evolución de la economía, como en los intereses asociados a la deuda pública, que este año serán más de 2.000 millones de euros, inferiores a los inicialmente presupuestados.
En este sentido ha dicho que el crecimiento del PIB para 2018 podría finalmente ser del entorno del 3% cuando se normalice la situación social, política y económica en Cataluña tras las elecciones del 21 de diciembre.
Ha asegurado que no es descartable "un rebote" de la economía superior, ya que suele pasar cuando se prevé un impacto muy negativo por una situación determinada que luego no se materializa.
De momento, ha explicado, la inestabilidad solo ha tenido efectos para la economía de Cataluña, que en el cuarto trimestre crecerá "claramente por debajo del conjunto del país"cuando a principios de año era la comunidad que lideraba el avance de la economía.
No obstante, "si las cosas no se reconducen" el resto de España percibirá a partir del año próximo consecuencias que se podrían traducir en una reducción del PIB en términos nominales de 5.000 millones, ya que de la desaceleración de ocho décimas prevista (al pasar el crecimiento del 3,1% en 2017 al 2,3% en 2018) cinco son achacables a la inestabilidad en Cataluña.
Pese a ello, De Guindos ha insistido en que es optimista y espera que la situación se "encauce" a partir de comienzos de 2018, cuando el Gobierno apruebe los Presupuestos Generales del Estado –cuya elaboración está en "fase avanzada"–, con la confianza de que haya un clima más propicio para la negociación con el resto de grupos parlamentarios.
De momento, el proyecto presupuestario enviado a Bruselas no incluye nuevas medidas, salvo la prórroga por otros seis meses del plan Prepara con ayudas a parados que han agotado las prestaciones o la aplicación del Programa de Activación para el Empleo.
Además, incluye la revalorización de las pensiones el 0,25%, en tanto que proyecta la congelación de los salarios de los empleados públicos hasta que haya presupuestos.