No es ningún secreto que las rentas altas buscan maximizar su renta disponible a base de canalizar sus ingresos hacia aquellos territorios que brindan un mejor tratamiento fiscal. Cada año, miles de profesionales de alto poder adquisitivo emigran de un país a otro en busca de impuestos bajos y seguridad jurídica.
Esos mismos patrones también ocurren en clave doméstica. La competencia fiscal entre nuestras comunidades autónomas no es tan intensa como la que se ve entre los territorios de Estados Unidos, pero sí refleja un alto nivel de movilidad entre los contribuyentes de mayores ingresos. Así lo ponen de manifiesto Julio López Laborda y Fernando Rodrigo Sauco, de la Universidad de Zaragoza, en un trabajo publicado por Fedea.
No es la primera vez que se estudia esta cuestión. Ya en 2009, ambos profesores publicaron junto a Andrés Leal un estudio sobre las decisiones de repostaje de los transportistas españoles. La conclusión de aquella investigación era que sus paradas eran más frecuentes en regiones con una menor carga fiscal aplicada a la compra de combustible. Sin embargo, este es el primer estudio académico de calado que evalúa el alcance de la competencia tributaria en las tres principales figuras fiscales directas de nuestras comunidades autónomas: IRPF, Sucesiones y Patrimonio.
El fenómeno es relativamente reciente. En el año 2006 apenas había diferencias en la fiscalidad de las comunidades autónomas. Todo cambia con la llegada al gobierno de Madrid de la lideresa popular Esperanza Aguirre, que aplica sucesivos recortes en los tipos de los tres gravámenes mencionados. De hecho, la dirigente liberal-conservadora bonificó al 99% la transmisión de herencias y eliminó la tasa aplicada al Patrimonio.
Pues bien, los datos del Panel de Declarantes del Ministerio de Hacienda, que excluye la información de los contribuyentes vascos y navarros, nos permiten estudiar la movilidad de los trabajadores españoles. El estudio se refiere solamente a las rentas altas. Pues bien, la conclusión central del trabajo es que, sobre un total de 877 movimientos detectados, 493 tienen como destino la Comunidad de Madrid. Por tanto, la región de la capital de España capta el 56% de estos desplazamientos.
Casi la mitad de quienes llegan a Madrid lo hacen desde Andalucía y Cataluña. En total, ambas regiones son el territorio de origen del 46% de los contribuyentes que optan por trasladarse a la comunidad de la capital. Por el contrario, solo hay 58 y 46 casos de migraciones con destino a Andalucía y Cataluña, como refleja el siguiente cuadro.