Si ha ido alguna vez a comprar a la pescadería de una tienda Mercadona, se habrá fijado en que detrás del mostrador, pegado a la pared, se encuentra un mural de curiosas formas y colores. Todas las pescaderías de la firma valenciana tienen uno y, desde hace un tiempo, también las carnicerías.
En su cuenta de Twitter, Mercadona ha desvelado qué hay detrás de este elemento "tan característico". Y es que los mosaicos de los murales son elaborados por 1.000 personas con discapacidad intelectual. "Cada mural es una obra de arte diferente a la anterior", asegura uno de los encargados de su fabricación.
Conoce el proyecto de #innovación social que hay detrás de los murales que decoran las secciones de nuestras tiendas https://t.co/NErBLnii1G https://t.co/DzrCkXscas
— Mercadona (@Mercadona) January 9, 2018
Los trabajos se realizan con la técnica trencadís, que utiliza pedazos rotos de cerámica. Los trozos se unen a una argamasa para formar un mosaico. El trencadís es una técnica propia de la arquitectura del modernismo. De hecho, fue Antoni Gaudí el que creó este sistema que logra una fuerte combinación de colores y un efecto brillo.
Este proyecto social nació en 2010, con la confección de un mural para el supermercado en la calle Roger de Lauria de Valencia. A partir de aquí se estudió con la Fundación Roig Alfonso fabricar un mural de trencadís para decorar la sección de pescadería. El éxito del mural llevó a confeccionar nuevos murales, como los de charcutería, en todas las tiendas Mercadona de España.
Desde el año 2011, Mercadona ha instalado más de 5.000 murales en sus tiendas, y en 2017, invirtió 1,5 millones de euros en este proyecto de innovación social. Su idea favorece la integración socio-laboral y se fomentan capacidades como el esfuerzo o la concentración.