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Otra pifia de Piketty: el aumento de la desigualdad fue tres veces menor de lo que estimó

Nuevas críticas a los trabajos del economista francés.

Nuevas críticas a los trabajos del economista francés.
Piketty, de nuevo en la picota | Cordon Press

Desde que publicó El capital en el siglo XXI, Thomas Piketty se ha convertido en todo un referente de la izquierda política de Occidente. Sus trabajos estadísticos, firmados al alimón con Emmanuel Saez y centrados en Estados Unidos, apuntan que el 1% de mayores ingresos ha visto aumentar su cuota de la renta nacional desde el 9% hasta el 16%.

Sin embargo, dos destacados economistas especializados en estudiar la información del fisco norteamericano, Gerald Auten y David Splinter, acaban de presentar un estudio en el que afirman que, en realidad, el crecimiento de las rentas percibidas por el 1% de mayor ingreso ha sido mucho menor de lo estimado por Piketty.

Según Auten y Splinter, el economista galo y su colaborador Saez han errado al interpretar que la remuneración de los trabajadores mejor pagados se ha disparado en las últimas décadas. Ambos demuestran que, a mediados de los 80, las rebajas fiscales de Ronald Reagan hicieron que las rentas altas pasasen de cobrar parte de su sueldo vía rentas del capital a percibir el grueso de su remuneración en nóminas al uso.

Por ejemplo, si un directivo ganaba 100.000 dólares repartiendo dicha cantidad al 50% en remuneraciones del trabajo y rentas del capital, los cambios introducidos durante la Era Reagan simplemente hicieron que la parte del león de la compensación se abonase directamente en forma de salario tradicional. No hay que olvidar que, bajo gobierno del recordado presidente republicano, el tipo máximo del Impuesto sobre la Renta cayó del 70% al 28%.

Corrigiendo los datos

Una vez se ajustan los datos para tener en cuenta esta distinta forma de declarar los ingresos reales, Auten y Splinter encuentran que la cuota de la renta nacional controlada por las rentas altas subió mucho menos de lo que detectan los trabajos de Piketty y Saez. Para ser precisos, el 1% de mayores ingresos pasó de percibir el 8,4% de la renta nacional en 1979 al 10,1% en 2015. Por tanto, el aumento real de los sueldos altos fue tres veces menor de lo esperado y se explica, en un 85%, por el cambio en los patrones de remuneración, no por un crecimiento de la compensación total.

Pero las discrepancias no acaban aquí. De entrada, no hay que olvidar que el 1% no es un grupo monolítico, sino que el 99% de quienes hoy figuran en este grupo no estaban en dicha categoría hace ahora una década. Por otro lado, hay que recordar que el grueso de la recaudación fiscal en Estados Unidos proviene de los vilipendiados ricos, de modo que sus mayores ingresos sí se traducen en un beneficio notable para el resto de la población, hasta el punto de que el 50% de los trabajadores no paga IRPF y el 40% de lo obtenido por el Tesoro viene del 1% que más gana.

Además, al margen de la corrección que han hecho Auten y Splinter, no está de más recordar que las estimaciones de Piketty y Saez no incluyen las remuneraciones en especie, a pesar de que cerca del 30% de la compensación efectiva de los trabajadores estadounidenses se obtiene vía seguro médico, cheques restaurante, aportaciones a planes de pensiones y otros complementos.

Por último, también merece la pena recordar que la volatilidad de la desigualdad de consumo ha sido escasa en las últimas décadas, de modo que el gasto efectivo de los hogares sigue presentando las mismas diferencias que en los años 80.

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