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'The Economist' desmonta a podemitas y separatistas: la democracia española, de las mejores

La nota de nuestro país baja 0,22 puntos, pero España sigue figurando entre el selecto club de las democracias plenas. 

La nota de nuestro país baja 0,22 puntos, pero España sigue figurando entre el selecto club de las democracias plenas. 
Buenos resultados para la democracia española | David Alonso Rincón

La unidad de inteligencia de la revista The Economist acaba de publicar su Índice de Democracia de 2017, un informe en el que mide el grado de libertad política de los distintos países del mundo. Si hace unas semanas era Freedom House quien certificaba la buena salud de nuestras instituciones, ahora es la revista británica la que incluye a España entre las democracias más solventes del mundo.

El estudio incluye cinco categorías de análisis. La primera tiene que ver con los procesos electorales y el grado de pluralismo del sistema de partidos. La segunda se refiere al funcionamiento del gobierno y las Administraciones. La tercera se ocupa de analizar la participación ciudadana en política. La cuarta evalúa la cultura democrática de cada país. La quinta y última se refiere al grado de libertades civiles y personales.

Si combinamos los cinco factores, comprobamos que Noruega es la mejor democracia del mundo, con una nota de 9,87 puntos y una calificación de 10 sobre 10 en las categorías primera, tercera y cuarta. Otros dos países del Norte de Europa completan el podio: Islandia es segunda, con 9,58 puntos, y Suecia es tercera, con 9,39 puntos.

La clasificación de la revista The Economist considera "democracia plena" a aquellos países que logran una nota superior a los 8 puntos. Solamente hay diecinueve países en este selecto grupo. Además de los tres mencionados anteriormente, el top diez incluye también a Nueva Zelanda (9,26), Dinamarca (9,22), Irlanda (9,15), Canadá (9,15), Australia (9,09), Finlandia (9,03), Suiza (9,03). A continuación nos topamos con Países Bajos (8,89), Luxemburgo (8,81), Reino Unido (8,53), Austria (8,42), Islas Mauricio (8,22), Malta (8,15), Uruguay (8,12) y, en decimonoveno lugar, España, por delante de Bélgica, donde se encuentra fugado Carles Puigdemont, que no llega a la máxima categoría de "democracia plena".

España pierde puntos pero sigue en la élite

La Vieja Piel de Toro recibe 8,08 puntos sobre 10. Por categorías, la referida a los procesos electorales y el grado de pluralismo del sistema de partidos nos asigna 9,17 puntos. La falta de gobierno en 2016 y los problemas territoriales en 2017 dejan la puntuación del segundo pilar en 7,14 puntos. Más alta es la nota recibida en participación política (7,78) o cultura democrática (7,50). La quinta variable estimada por The Economist, referida a las libertades civiles y personales, se traduce en una nota de 8,82 puntos.

Por debajo de España, y fuera de la categoría de "democracia plena", aparecen Corea del Sur, Estados Unidos, Italia, Japón, Portugal o Francia. Sus resultados son muy similares al nuestro, aunque la media aritmética que obtienen estos países se queda algunas décimas por debajo del umbral de los 8 puntos que sí logra rebasar España.

De modo que la revista británica desmonta las tesis de los independentistas catalanes y ataca también la mirada pesimista de los podemitas y sus acólitos. España no es Noruega, pero su grado de democracia está sobradamente acreditado, como reflejan las puntuaciones que recibe nuestro país en todos los pilares del índice.

Dicho esto, el informe sí advierte del retroceso que ha experimentado la calificación de nuestro país durante el último año. Según los autores del estudio, la respuesta al referéndum ilegal del 1 de octubre en Cataluña no ha estado a la altura de los estándares fijados por la publicación. Pero el toque de atención, resumido en un párrafo que afirma que las "credenciales democráticas de España se han resentido", apenas se traduce en unrecorte de la nota equivalente a 0,22 puntos.

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