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Colau cierra una de las mejores panaderías de Barcelona: "No lo entiendo, son 4 años de esfuerzo"

El Ayuntamiento de Colau ha prohibido vender pan a la famosa panadería Baluard del Hotel Praktik Bakery de Barcelona.

El Ayuntamiento de Colau ha prohibido vender pan a la famosa panadería Baluard del Hotel Praktik Bakery de Barcelona.

Desde ayer jueves, Anna Bellsolà ya no puede vender pan en su panadería. El Ayuntamiento de Barcelona ha prohibido comercializar este producto a la famosa panadería Baluard, que está ubicada dentro del Hotel Praktik Bakery, en el centro de la ciudad.

El consistorio que dirige Ada Colau se excusa, según cuenta Bellsolà a Libre Mercado, "en una ordenanza del año 1999 que dice que un negocio de venta de alimentos no puede compartir la puerta de acceso con otro establecimiento". En este caso, el hotel.

Fue en abril del año 2014 cuando Anna Bellsolà aceptó la proposición de los responsables del Hotel Praktik Bakery para ubicar un horno de pan y una panadería en la planta baja de su edificio. "¡No hay nada como el olor a pan recién hecho al despertarse! Es un hotel diferente que introduce algo tan casero como el pan para que nuestros clientes se sientan como en casa y disfruten de la sabrosa repostería de Baluard", reza su página web, que utiliza el producto como el principal reclamo de su negocio. De hecho, Bakery significa panadería inglés.

"Esto no tiene sentido"

"Nuestros clientes no solo son turistas, hay una gran parte de ellos que vive en el barrio", cuenta esta hija de panaderos y propietaria de otra panadería Baluard también en la Ciudad Condal. El éxito de su negocio ha sido tal que era habitual que se formaran colas de compradores a las puertas del hotel. Además, esta panadería gozaba de muy buena reputación en las redes sociales.

"No entiendo nada, llevamos 4 años de esfuerzo y de trabajo", se lamenta Bellsolà. "Entiendo que haya ordenanzas, pero el comercio evoluciona. El negocio iba bien, los turistas estaban contentos y los vecinos también. No le veo sentido a esto", añade.

El consistorio barcelonés dejará que Bellsolà siga con su horno de pan dentro del hotel y podrá seguir ofreciendo café y dulces, pero tendrá que vender el producto estrella en otro lugar. "Esto no tiene sentido. Por suerte he encontrado otro local en esta misma calle", cuenta la afectada, que ahora deberá asumir el coste extra de alquilar un nuevo establecimiento. Entre el horno y la panadería, la empresaria emplea a 25 personas.

Desde que llegara al ayuntamiento de la capital, el partido de Colau ha emprendido una particular guerra contra los hoteles y el turismo. La medida más polémica ha sido la moratoria hotelera, que impide abrir ningún nuevo hotel en la ciudad desde 2015. Llama la atención que precisamente el responsable del Hotel Praktik Baker, José María Trénor, sea el mismo que impusiera una querella a la teniente de alcalde de Urbanismo del Gobierno de Colau, Janet Sanz, por haberle impedido construir el hotel de lujo de Drassanes.

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