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Vivir sin salir de casa: el boom de los negocios a domicilio

Doctores, peluqueros, tiendas... cada vez son más los usuarios que disfrutan en sus domicilios de servicios propios de un establecimiento físico. 

Doctores, peluqueros, tiendas... cada vez son más los usuarios que disfrutan en sus domicilios de servicios propios de un establecimiento físico. 

Suena el despertador, y es hora de levantarse porque tiene cita con el dermatólogo a las 8:00. Aunque en esta ocasión no hace falta que corra tanto. Ni siquiera tiene que coger el coche o el metro para ir a la consulta como otras veces porque va a hablar con el doctor Rodríguez por videoconferencia a través de la aplicación de Sanitas Blua. Coge la tablet y, mientras hace café, entra en una especie de sala de espera virtual. Su médico está a punto de llamarle.

Le cuenta el problema y charlan. El médico incluso es capaz de observar a través de la pantalla ese enrojecimiento de sus codos que le estaba empezando a preocupar. Le receta una pomada, que le llegará desde la farmacia directamente a casa. Son las 8:30 de la mañana.

Este solo es un ejemplo de cómo las nuevas tecnologías han irrumpido en los quehaceres más cotidianos de nuestras vidas. Los teléfonos móviles han pasado de guardar en su interior nuestro despertador, la calculadora, la linterna o la cámara de fotos, a llegar a sustituir hasta a la consulta de un médico.

El objetivo principal de muchas de estas aplicaciones es ahorrarle tiempo a sus usuarios y en la mayoría de las ocasiones es en el desplazamiento donde más tiempo se pierde. Para muchos, es una tendencia claustrofóbica, para otros, toda una liberación, pero lo cierto es que cada vez son más las opciones en las que ni siquiera es necesario salir de casa para realizar tareas que antes no se concebían sin acudir a un establecimiento físico.

Análisis de sangre, peluqueros, compras...

Por eso este paciente no se va a tomar todavía el café. Tiene que estar en ayunas porque concertó una cita a las 9:00 a través de la misma aplicación para que le vengan a realizar un análisis de sangre a domicilio. En cuanto estén los resultados, los podrá comentar con su médico de cabecera también desde la pantalla de su móvil a tiempo real.

Llaman al timbre. Es el paseador de perros que ha solicitado para que venga a recoger a su mascota a las 10:00 horas. Por 6 euros y un click en Gudog, hay alguien dispuesto a sacar a su peludo amigo al parque durante una hora. El animal vuelve a las 11:00 tan feliz y relajado porque su dueño ha elegido al paseador que mejor nota tiene de toda la plataforma.

Llega la hora de hacer la compra. Para esto tampoco hace falta ya poder un pie fuera del hogar. Las grandes cadenas de supermercados españolas han emprendido una vertiginosa carrera en su estrategia online. Ya es posible llenar la nevera sin necesidad de acudir presencialmente a Mercadona, Carrefour, Dia o Eroski. Pero como hasta el propio presidente de Mercadona ha reconocido que su web "es una mierda", a falta de que la valenciana anuncie la nueva página a finales de año, se va a decantar por DIA ¿Por qué? Porque los gastos de envío son gratis en las compras superiores a 50 euros y el precio del porte en España es algo decisivo.

Son las 12:30, un buen momento para hacer ejercicio, aunque acudir al gimnasio está considerada como una de las tareas que más pereza producen entre los partidarios de la vida sana. Ahora, gracias a una larga lista de aplicaciones, es posible trasladar el gimnasio al hogar. 8Fit es una de las opciones más populares para hacer ejercicios de fitness, tener un plan nutricional personalizado y tu propio entrenador personal.

El restaurante en casa

Bien sabido es que el deporte abre el apetito, pero ya es tarde para acudir a esa hamburguesería que tanto le gusta. Son las 14:30, seguro que tiene que esperar mucho para conseguir mesa. No pasa nada, el fenómeno del reparto de la comida a domicilio ha invadido las ciudades españolas y no hay establecimiento que se precie al que no vayan las motos de Just Eat o las bicis de Deliveroo a buscar sus platos. Tomar en el salón de casa la comida que se prepara en el restaurante ya es toda una rutina para los urbanitas.

Echar una siesta puede ser uno de los mayores placeres de comer en el hogar, pero una llamada por Skype le interrumpe el sueño a las 17:00. Es la hora de su clase de inglés. El alumno ha quedado con su profesor de Bspelling para dar una clase online en tiempo real. Durante 55 minutos, conversarán gracias a un ordenador, una web cam, un micrófono y unos cascos. Tienen mucho de que hablar porque ya están corregidas las redacciones que mandó hace unos días por email.

Aunque hoy se ha propuesto no salir de casa bajo ningún concepto, mañana tiene una Comunión que, por ahora, no puede seguir por streaming. Le falta la corbata y como tiene cierta prisa, ha elegido la entrega en exprés en 2 horas de El Corte Inglés. Son las 18:00 horas,a las 20:00 tendrá su pedido en casa.

Mientras espera su compra, quiere estar impecable para el evento y se ha descargado Urvan. A esta app la han apodado el Uber de las peluquerías porque el precio de sus peluqueros a domicilio se fijan según la demanda del momento. Como son las 19:00 horas del viernes, sabe que tendrá que pagar un poco más por el servicio, pero no hay nada como la comodidad de que venga un peluquero a casa. Él lleva todo el material y le dejará el baño más limpio de lo que estaba.

El repartidor del Corte Inglés ha llegado puntual, lo que le da la idea de tener un detalle previo con la niña que mañana celebra su gran día. Busca en Glovo un ramo de chuches por 15 euros que hará las delicias de la protagonista. En menos de media hora, un repartidor de la compañía ha ido a la tienda y le ha llevado las chuches a su destinataria.

Son las 21:00, hora de cenar ¿Just Eat o Deliveroo?

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