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Trece chalés con intimidad y piscina que cuestan menos de la mitad que el de Iglesias y Montero

El mercado inmobiliario a las afueras de Madrid ofrece alternativas al chalé de Pablo e Irene mucho más económicas, aunque menos exclusivas.

El mercado inmobiliario a las afueras de Madrid ofrece alternativas al chalé de Pablo e Irene mucho más económicas, aunque menos exclusivas.
Los otros chalets que pudieron comprar Pablo e Irene

Cualquiera que se tome un par de horas a rebuscar por los portales de vivienda en internet podrá comprobar que el mercado inmobiliario en Madrid y alrededores ofrece todas las escalas de precios que podamos imaginar. Desde soluciones habitacionales de apenas 40 metros cuadrados por medio millón de euros, hasta chalés de 200 metros cuadradas por menos de 50.000 euros.

Por lo que se ve, la pareja de moda en la izquierda radical española, Pablo Iglesias e Irene Montero, han estado buscando casa para poner en marcha su "proyecto familiar". Pese a que todo hacía indicar que el orgulloso vecino de Vallecas buscaría su nueva morada en alguno de los barrios o municipios más populares de Madrid, donde se concentra su caladero de votos, ha optado por adquirir una magnífica vivienda ubicada en una parcela privada de 2.000 metros cuadrados con piscina y sin reparar en lujos. Cuentan con casa para invitados, jardines, huertos y una pintoresca y exclusiva tinaja de grandes dimensiones que los anteriores dueños convirtieron en un baño de exterior para dar servicio a la zona de la piscina. En esta casa han gastado más de 600.000 euros. Un precio nada desdeñable a juzagar no sólo por las proporciones de la propiedad sino por el exclusivo barrio al que se mudarán, la Navata de Galapagar, una urbanización de clase alta en la sierra madrileña.

Decían Pablo e Irene que se iban hasta allí porque necesitan un entorno de privacidad para criar a sus hijos, ya que la fama y la insistencia de algunos medios de comunicación les han puesto en la diana y sufren el acoso de "organizaciones fascistas". Pero ¿un chalé en la Navata, en la sierra madrileña, era la única opción que tenía la pareja para poder criar con privacidad a su retoño?

Un vistazo al mercado madrileño revela que hay otras muchas opciones a 40 minutos del Congreso de los Diputados mucho más humildes, aunque tengan piscina y parcela. Eso sí, ninguna de estas opciones tiene casa de invitados, tinaja gigante en el jardín, o directores de grandes empresas y otras gentes de clase alta como vecinos de urbanización.

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