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Medio año de Kurz en Austria: menos gasto, menos impuestos y libertad para fumar

El joven dirigente del Partido Popular austriaco ha dado numerosas muestras de su disposición a aplicar su programa de gobierno.

El joven dirigente del Partido Popular austriaco ha dado numerosas muestras de su disposición a aplicar su programa de gobierno.

El austriaco Sebastián Kurz llegó a la oficina de primer ministro con poco más de treinta años. Su fulgurante carrera política motivó cierto escepticismo entre numerosos observadores que ligaron su triunfo a una mera cuestión de imagen y no a una genuina capacidad de gestión.

Sin embargo, en poco más de medio año, el joven dirigente del Partido Popular austriaco ha dado numerosas muestras de su verdadera disposición a aplicar el programa de gobierno que prometió al electorado en las últimas elecciones. De hecho, como explican desde el Austrian Economics Center a Libre Mercado, "Kurz está dejando claro que va en serio".

Vayamos punto por punto. La primera medida que ha llamado la atención de numerosos observadores es la decisión de "eliminar la prohibición de fumar en bares, restaurantes y otros espacios". La anterior coalición de gobierno había aprobado la introducción de este medida, que debía entrar en vigor en mayo de 2018. El nuevo Ejecutivo, compuesto por el Partido Popular en alianza con el Partido de la Libertad, ha revocado esta prohibición, de modo que la decisión de permitir que los clientes consuman tabaco seguirá dependiendo de los propietarios de los locales, que tienen barra libre para decidir sobre lo que ocurre dentro de estos espacios. Algunos habilitan zonas para fumadores, otros prohíben por completo la posibilidad de fumar y otros no introducen veto ni excepción alguna.

En materia fiscal, Kurz llegó al poder prometiendo una agenda basada en la reducción de los impuestos. Pues bien, en la actualidad se está llevando a cabo una reforma tributaria que entrará en vigor el 1 de enero de 2020. Según explican desde el Austrian Economics Center, Kurz había prometido que las familias con hijos pagarían 4.000 euros menos al fisco, mientras que el Partido de la Libertad planteó un recorte algo más tímido, de 3.500 euros por hogar. El recorte final "está siendo negociado por ambas partes y, a falta de datos concretos, ya sabemos que se está hablando de reducciones drásticas que, además, irán de la mano de una amplia simplificación del código tributario. Por otro lado, se ha rebajado el IVA aplicado al turismo y se han eliminado los impuestos al alquiler. Además, se espera un recorte del 50% en las tarifas aéreas.

Pero la mejora del clima fiscal exige también un recorte del gasto. El Austrian Economics Center recuerda que, "durante el último medio siglo, la deuda pública ha pasado de 1.000 a 288.000 millones de euros. Esto supone un ritmo anual de crecimiento cercano al 10%. El peso del Estado también se ha desbocado: de 2.000 a 80.000 millones de euros durante el mismo período. No hay duda, por tanto, de que hay que ajustar el gasto".

Así las cosas, "el borrador presupuestario que está planteando Kurz anuncia un recorte del gasto de 2.400 millones de euros. La consecuencia derivada de una medida así será el reequilibrio de las cuentas, que registrarán superávit en 2019 tras años de números rojos. Esto permitirá una nueva ronda de rebajas fiscales en el presupuesto de 2020, para el que Kurz y el Partido de la Libertad preparan nuevas medidas favorables a los contribuyentes. Además, el plan fiscal de la coalición plantea que la deuda baje del 78% al 71% del PIB a lo largo de la legislatura".

Pero esto no es lo único que quiere hacer el nuevo gabinete. También se anuncia un replanteamiento del gasto social que, como explica el Austrian Economics Center, "pretende garantizar que los contribuyentes austriacos tienen acceso prioritario a las ayudas que, hasta ahora, se han volcado principalmente a refugiados e inmigrantes. El gobierno defiende que quienes han pagado impuestos merecen ser atendidos por encima de quienes no han hecho aportaciones y acaban de llegar al país. Por eso, se reducirán las rentas mínimas de inserción a 300 euros mensuales y se restringirán muchos programas similares".

En la misma línea va la política exterior: "Los socios de coalición defienden una Europa menos utópica y más realista, basada en el principio de subsidiariedad y alejada del federalismo que aspira a diluir los Estados-Nación. Desde julio, la presidencia del Consejo de Europa estará en manos de Kurz, de modo que esta plataforma servirá para impulsar este tipo de ideas, así como otras propuestas como la reducción del presupuesto comunitario".

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