En Estados Unidos dejar propina en un restaurante es obligatorio. Un comensal debe pagar entre un 15 y un 20% de lo que le ha costado la comida. De esta manera, si el menú es de 20 euros, el cliente debe dejar un máximo de 4 euros extra. Esto se hace para complementar los salarios de los camareros, que en el país son demasiado bajos (3,3 dólares por hora).
A raíz de esto ha surgido un acalorado debate entre los partidarios de mantener el sistema actual y los que abogan por subir los sueldos de los camareros y quitar las propinas. Los primeros aseguran que son los propios camareros los que quieren el sistema actual porque ganan más y además les permite mantener unos precios del menú más bajos. Mientras que, los segundos aseguran que el sistema de propinas genera discriminación porque los camareros afroamericanos reciben un 25% menos de salario.
Los partidarios de abolir el sistema de propinas lanzaron la Iniciativa 77 que ya ha sido aprobada en California, Oregón, Washington, Alaska, Nevada, Montana y Minnesota. El Sindicato Nacional de Restaurantes ha sido el gran promotor de esta iniciativa porque consideran que las empresas no complementan el salario de los camareros si estos no llegan al mínimo de propinas y además, añaden que genera discriminación y que las mujeres están más expuestas a sufrir acoso.
Esta Iniciativa 77 no solo busca acabar con el sistema de propinas, también quiere crear un salario universal de 15 dólares la hora para 2026. Actualmente, lo que un empleado estadounidense gana es 12,5 dólares la hora. Según la Oficina de Estadísticas Laboral norteamericana, un camarero ganaba en 2010 unos 450 dólares por semana (1.600 dólares al mes) superando así en 400 dólares el SMI del país.
Los empresarios consideran que si se acaba con el actual sistema de propinas se verán obligados a tener que subir los precios de los menús y tendrán menos clientes. Añaden que son los propios camareros los que no quieren cambiar este sistema porque les permite tener un sueldo más alto en función de las propinas.
El problema surge en el gran cambio que supone esto para los propios clientes, acostumbrados a funcionar con el sistema de propinas. De hecho, según la legislación del país, se permite pagar un salario mínimo por debajo del habitual a los camareros porque con las propinas consiguen rebasar el mínimo. De esta manera, un empleado que gane 532 dólares (500 dólares menos que lo marcado por el SMI) pero que reciba 30 dólares de propinas al día, estaría embolsándose 1.132 dólares a final de mes.
Sin embargo, la Iniciativa 77 está cobrando cada vez más fuerza y los hosteleros ya se ven obligados a buscar una alternativa. Unos abogan por subir el sueldo de los camareros añadiendo una cuenta por cargo de servicio en el menú o bien subir los precios incluyendo aquí los costes laborales.