La desprotección que sufren los propietarios en España cuando sus viviendas son okupadas roza, en muchas ocasiones, la tragedia. Es el caso de Eulalia. La historia de esta anciana refleja, una vez más, el drama y la impotencia que padecen las víctimas de los okupas no habiendo excepciones ni aunque la okupada sea una enferma de avanzada edad.
La mujer de 98 años regresaba a su casa tras haber estado ingresada en el hospital, según el reportaje emitido en el programa Espejo Público en Antena 3. Una vez quiso entrar, Eulalia supo que le habían cambiado la cerradura. Dentro se encontraba el exnovio de su nieta, Mohamed, quiEn, supuestamente, habría aprovechado la necesidad de atención médica de la anciana durante unos días para entrar en el inmueble y cerrarlo a cal y canto.
Numerosos arrendadores y propietarios acuden a empresas privadas para que les ayuden en el desalojo ante el desamparo legal que viven. Hasta que la policía puede proceder al desahucio pasan como mínimo seis meses, con suerte y si se ha aplicado el deshaucio exprés. De momento, la mujer ya ha denunciado al okupa pero, hasta que no haya juicio y sentencia, ha tenido que abandonar su piso.
Durante la entrevista realizada en Antena 3, Eulalia confesó que el okupa también llegó a maltratarla mientras mantuvo una relación sentimental con su nieta.