Los peores momentos de la crisis fiscal que vivió España a raíz de la Gran Recesión dejaron importantes secuelas en el tejido privado de nuestra economía. Una de las grandes lacras de dicho período fue el elevado endeudamiento que soportaron los proveedores de las Administraciones Públicas, hasta el punto de que el gobierno central terminó aprobado en 2012 un mecanismo de liquidez orientado a saldar esas cuentas y acabar con el escándalo de las facturas que se guardaban en los cajones.
Aquel plan de pago a proveedores, dividido en varias fases de aplicación, llegó a movilizar 41.800 millones de euros y benefició a más de 190.800 empresas que acumulaban más de ocho millones de facturas pendientes de ser abonadas por parte de las distintas capas de nuestras Administraciones Públicas.
¿Qué ha pasado desde entonces? Si analizamos las cuentas de los Ayuntamientos españoles, recopiladas por la AIREF en su nuevo Observatorio de Información Económico-Financiera de las Corporaciones Locales, podemos observar que la situación ha mejorado en todas nuestras grandes ciudades, si bien los resultados varían mucho dependiendo del consistorio.
El Ayuntamiento de Madrid, por ejemplo, tiene 266 millones de euros pendientes de pago a sus proveedores. El retraso medio que se espera para estas facturas es de dos días con respecto a los plazos ordinarios fijados por la ley, de modo que el consistorio de la Villa y Corte acumula un volumen de compromisos que puede parecer alto, pero que al menos no va de la mano de un problema adicional de retrasos significativos en los pagos.
Barcelona, por su parte, tiene 163 millones de euros en facturas pendientes de pago. En su caso, el pago medio se está haciendo dieciséis días por encima de lo que dictan las normas presupuestarias, de modo que el comportamiento de la Administración local de la Ciudad Condal es algo mejor que el de Madrid (menos dinero pendiente y plazos más veloces de pago).
Valencia y Sevilla son la tercera y cuarta ciudad más pobladas de España. En la capital del Túria, los proveedores esperan el pago de 27 millones de euros, con una expectativa de un día de retraso en el pago. Sin embargo, la ciudad hispalense tiene datos más preocupantes: los 59 millones que debe a proveedores se pagarán con una demora de 59 días.
Zaragoza y Málaga ocupan los siguientes puestos en el ranking de población de nuestros Ayuntamientos. Ambas corporaciones locales se mueven en cifras similares en cuanto a los importes que deben a sus proveedores: 39 y 35 millones de euros, que abonarán 19 y 8 días antes de plazo, respectivamente.
A continuación, en el top diez de ciudades con más habitantes, aparecen Murcia, Palma de Mallorca, Las Palmas de Gran Canaria y Bilbao. Sus pagos a proveedores acumulan, respectivamente, 18, 32, 24 y 2 millones de euros. El retraso esperado asciende a 34, 35, 51 y 2 días. Destaca, como ya es costumbre, el buen manejo fiscal del Ayuntamiento bilbaíno, que también destaca en estudios similares por el reducido peso de su endeudamiento local.