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La Regla de Gasto, palanca de estabilidad fiscal: así reducen su deuda los Ayuntamientos

La norma también estipula que los excedentes presupuestarios deben dedicarse a amortizar deuda.

La norma también estipula que los excedentes presupuestarios deben dedicarse a amortizar deuda.
La Regla del Gasto, clave en el ahorro de los Consistorios | Pixabay/CC/kschneider2991

La Regla de Gasto ha sido un instrumento crucial para lograr que los consistorios se aprieten el cinturón. Presentada en 2012 e implementada en 2013, consiste en que el gasto público no puede crecer más que la tasa de aumento del PIB a medio plazo. La norma también estipula que los excedentes presupuestarios deben dedicarse a amortizar deuda, entre otras directrices.

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal viene de publicar los datos de deuda de los Ayuntamientos españoles en su Observatorio de Información Económico-Financiera de las Corporaciones Locales, disponible aquí. Libre Mercado ha estudiado el comportamiento presupuestario de las diez ciudades más grandes de España, con ánimo de comprobar si la Regla de Gasto ha permitido una mejora en el desempeño fiscal de los Ayuntamientos. La conclusión, como puede leerse en las próximas líneas, es que sí se ha producido una mejora sustancial, puesto que la ratio de deuda viva sobre ingresos locales arroja un claro progreso a partir de 2012-2013.

En primer lugar tenemos el caso del Ayuntamiento de Madrid, donde la ratio de deuda viva sobre los ingresos corrientes tocó techo en 2012, cuando alcanzó el 177%. Desde entonces, con la Regla de Gasto en funcionamiento, este indicador se ha reducido a marchas forzadas, cayendo al 163% en 2013, al 128% en 2014, al 98% en 2015 y al 81% en 2016.

La segunda capital más poblada, Barcelona, partía de una situación mucho más mejorable, puesto que su ratio de deuda viva sobre ingresos corrientes era del 50% en 2012. La Ley de Estabilidad Presupuestaria y sus disposiciones complementarias redujeron esta tasa al 47% en 2013, al 39% en 2014, al 31% en 2015 y al 31% en 2016.

En tercer lugar nos topamos con el Ayuntamiento de Valencia, que registraba en 2012 una ratio del 137% en la comparativa entre la deuda viva y los ingresos corrientes. La Regla de Gasto ha permitido que dicho porcentaje caiga al 120% en 2013, al 106% en 2014, al 93% en 2015 y al 91% en 2016.

La siguiente ciudad del ranking es Sevilla. En este caso, el indicador de deuda viva sobre ingresos era relativamente bajo en 2012, puesto que se situaba en un 66%. Desde entonces, este indicador ha bajado en la capital hispalense hasta representar el 59% en 2013, al 56% en 2014, al 51% en 2015 y al 45% en 2016.

En quinto puesto tenemos el caso del consistorio de Zaragoza. En este caso, el manejo fiscal ha sido mucho menos satisfactorio. La ratio de deuda viva sobre ingresos corrientes era del 144% en 2012, lográndose una reducción al 132% en 2013 y al 120% en 2014. Sin embargo, este indicador saltó al 160% en 2015 y se situó en 136% en 2016.

A continuación nos encontramos con Málaga, cuya situación de endeudamiento arroja un cambio a mejor desde 2012. Entonces, la ratio que compara la deuda con los ingresos municipales llegó al 134%. Desde dicho año, este porcentaje ha venido reduciéndose, al calor de la Regla de Gasto: 130% en 2013, 109% en 2014, 99% en 2015 y 88% en 2016.

El Ayuntamiento de Murcia es nuestro siguiente caso de estudio. En este caso, la comparativa entre el pasivo y los ingresos del consistorio muestra progresivo descenso desde el 59% de 2012 hasta el 45% de 2015. Sin embargo, los números que maneja la AIREF para 2016 elevan al 101% este indicador, un súbito cambio que, de confirmarse, reflejaría un preocupante giro a peor.

Palma de Mallorca es la octava ciudad de la lista. En la capital de las Baleares, la ratio de deuda viva sobre ingresos corrientes alcanzaba el 96% en 2012. Con la Regla de Gasto en vigor se registró un cambio a peor en 2013 y 2014, hasta llegar al 104%. Sin embargo, 2015 y 2016 han puesto de manifiesto una mejoría notable en el cuadro fiscal, hasta reducir el porcentaje al 83% y al 71%.

En Las Palmas de Gran Canaria, novena ciudad en el ranking de población de nuestros Ayuntamientos, la ratio era del 42% en 2012, idéntico resultado al de 2013. Este escenario de partida ya era relativamente favorable, pero la entrada en vigor de la Regla de Gasto ha permitido nuevas reducciones de la comparativa entre deuda e ingresos, pasando al 34% en 2014 y al 19% en 2015 y 2016.

No obstante, la palma se la lleva el décimo y último Ayuntamiento analizado. Se trata de Bilbao, donde el peso de la deuda sobre los ingresos anuales se ha movido entre el 0% y el 1% a lo largo de los diez últimos presupuestos. Pese al impacto de la crisis en las finanzas de muchos consistorios, la capital vizcaína cuenta con el consistorio que mejor ha gestionado el dinero público durante la pasada década.

En Libre Mercado

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