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Francia, a diferencia de España, apuesta por la economía digital mediante la figura del "auto-empleo"

El Gobiero galo flexibiliza la regulación laboral para dar cabida y seguridad jurídicos a los nuevos empleos que genera la economía colaborativa.

El Gobiero galo flexibiliza la regulación laboral para dar cabida y seguridad jurídicos a los nuevos empleos que genera la economía colaborativa.

Francia ha dado un paso muy importante en cuanto a lo que a regulación laboral se refiere. El país galo es consciente de la nueva situación que suponen las plataformas de economía colaborativa como Uber, Cabify, Deliveroo, Glovo, etc. Lejos de perseguir a los trabajadores y empresas por utilizar la figura del falso autónomo, tal y como se hace en España, el Gobierno francés ha creado la figura del auto-entrepreneur (auto-empleo), que, jurídicamente, anda a caballo entre el trabajador por cuenta propia y el asalariado.

Desde el año 2009, esta figura ya estaba presente en la legislación gala, y, de hecho, entre la fecha de su creación y hasta 2012, más de un millón de trabajadores se registraron como auto-empleadores. Sin embargo, fue con la adaptación de la Ley del Trabajo de 2016 cuando se reforzó esta figura para favorecer la creación de empleo a través de las plataformas de economía colaborativa. Desde el pasado 8 de junio de 2018, fecha en la que se adoptó una nueva enmienda, las plataformas pueden estipular códigos de conducta propios, siempre que no sobrepasen los límites de lo que se considera un autónomo.

Lo cierto es que ser auto-empleadoren Francia es bastante sencillo, barato y favorece el crecimiento y el empleo. Para darse de alta es necesario rellenar un registro online y en menos de dos semanas cualquier persona ya podrá trabajar como rider de Deliveroo o en otra actividad que desee. Lo puede hacer todo el mundo, tanto los que ya estén trabajando como los que deseen dedicarse en exclusiva a esta actividad, y, además, garantiza una mayor seguridad jurídica tanto a las plataformas como a los trabajadores.

A diferencia del autónomo del régimen general, el auto-empleador no está obligado a pagar un mínimo anual a la Seguridad Social gala -los trabajadores por cuenta propia pagan 1.000 euros al año- y, además, solo deberán pagar el IVA si superan los beneficios indicados. Por lo tanto, cualquier persona que tenga un trabajo y quiera sacarse un dinero extra lo tendrá bastante fácil, así como los que se dediquen a tiempo completo a ello.

España, un infierno para la tecnología

Las leyes españolas están muy alejadas de la ruta iniciada por Francia. En España, no existe una figura como esta y, además, ser autónomo es bastante costoso, sobre todo para los que menos ingresos generan. Charles de Froment, responsable de Asuntos Públicos en Stuart, aboga por reformar la normativa española: "Creo que el primer paso es renovar la legislación sobre autónomos. Es bastante complicado y costoso ser autónomo porque se debe pagar un mínimo al mes, además de impuestos, lo que es muy arriesgado si no se tiene la actividad regular que se esperaba. Y luego otra idea es la protección social, cuánto obtienes y cuánto pagas al fisco. Además de que, en España, los regímenes sociales para el trabajador independiente no se adaptan bien a este nuevo tipo de trabajo", asegura en una entrevista para Adigital.

Sin embargo, el Gobierno de Pedro Sánchez parece estar muy alejado de la nueva realidad y apuesta por endurecer la guerra contra estas plataformas, ya que buscará sancionarlas por hacer uso de la figura del falso autónomo.

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