Vuelve a hacer el ridículo Podemos. Una vez más, la agrupación comunista ha entrado en el debate sobre los precios de la vivienda con propuestas que no pueden estar más alejadas de la realidad inmobiliaria española. En esta ocasión, el chivo expiatorio de los morados no son los fondos buitre o los pisos turísticos, sino las Sociedades Cotizadas Anónimas de Inversión en el Mercado Inmobiliario.
Estas mercantiles, más conocidas como SOCIMIs, son una realidad habitual en numerosos países de nuestro entorno. En el mundo anglosajón se las denomina REIT, acrónimo de Real Estate Investment Trust. Dichos vehículos poseen activos inmobiliarios y derivan el grueso de sus ingresos del alquiler de los mismos.
Las SOCIMIs cotizan en bolsa, de modo que cualquier pequeño ahorrador puede entrar en su accionariado si considera que merece la pena hacerlo. Su tipo en el Impuesto de Sociedades es del 0%, pero a cambio se deben cumplir una serie de requisitos: el capital social desembolsado debe superar los 5 millones de euros, repartir el 80% del beneficio obtenido por alquileres y el 50% del neto conseguido por ventas de activos…
Estos vehículos fueron importados a España por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, si bien la Ley de 2009 incluía muchas más restricciones y rigideces que la Ley de 2013 mediante la cual el Ejecutivo de Mariano Rajoy aumentó significativamente el grado de flexibilidad operativa, regulatoria y fiscal con el que operan estas sociedades.
Y aquí entra en juego Podemos. Los de Pablo Iglesias negocian con el Gobierno de Pedro Sánchez un paquete de subidas fiscales y medidas regulatorias con las que se pretende "poner coto a la burbuja del alquiler en las grandes ciudades". En palabras de un documento presentado recientemente por los comunistas, "es necesario desincentivar la promoción de este tipo de empresas".
Podemos argumenta que las SOCIMIs "fomentan el encarecimiento del alquiler, minan las arcas públicas y suponen un agravio para la competencia". La formación morada entiende que estas mercantiles se benefician de "una regulación y una imposición que han creado un paraíso fiscal entre las sociedades que fomentan la nueva burbuja inmobiliaria".
El caso es que, como recuerda José Luis Ruiz Bartolomé de la gestora inmobiliaria Chamberí AM, el porcentaje de inmuebles que están en manos de las SOCIMIs es residual en comparación con el parque de viviendas de nuestro país. Para ser precisos, estas sociedades solamente controlan 45.000 unidades, que representan el 0,1% de las viviendas de nuestro país. Un porcentaje ínfimo que pone de manifiesto lo alejadas que están las propuestas de Podemos de la realidad del sector inmobiliario
¿Y qué ocurre si en vez de tomar datos nacionales nos fijamos solo en Madrid? Una vez más, el peso de las viviendas ligadas a las SOCIMIs es residual. En este caso, concentran 3.500 viviendas en la comunidad autónoma de la capital de España, frente al total de 2,97 millones de residencias acreditado por el servicio estadístico del ministerio de Fomento. Así las cosas, se vuelve a repetir la situación. Ciñéndonos solo a Madrid, las SOCIMIs apenas controlan el 0,1% del mercado. Una vez más, Podemos falsea la realidad de forma ridícula para justificar propuestas que no mejorarán el acceso a la vivienda pero sí reducirán la libertad de empresa y la flexibilidad de mercado.