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Las grandes cadenas hoteleras se suben al carro de los pisos turísticos, a diferencia de las españolas

Grupos como Marriott, IHG o Accor han comenzado a trabajar para adquirir pisos turísticos y entrar en el negocio. 

Grupos como Marriott, IHG o Accor han comenzado a trabajar para adquirir pisos turísticos y entrar en el negocio. 
Fachada del Hotel Marriott I Archivo

Las cadenas hoteleras españolas han decidido ignorar la estrategia internacional de sus homólogas y no entrar en el negocio de los apartamentos turísticos. Tal y como informa Cinco Días, grupos como Marriott, IHG o Accor han comenzado a adquirir pisos turísticos para entrar en el negocio. Sin embargo, las compañías nacionales han decidido seguir enfrentadas al modelo ‘Airbnb’.

Al parecer, según el presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), Juan Molas, la incertidumbre legislativa es el principal escollo. Por ejemplo, Madrid quiere que solo se puedan alquilar para uso turísticos aquellas viviendas con acceso independiente a la calle. Quizá por ello, Meliá, NH, Barceló, RIU e Iberostar no quieren entrar, al menos por el momento.

La primera cadena hotelera en entrar fue Accor, que compró diversas compañías de alquiler turístico. Después, la estadounidense Marriott hizo lo propio y en mayo ya puso un proyecto piloto en marcha en Londres. Marriot ya ha anunciado que ampliará esta iniciativa a París, Roma y Lisboa. Sin embargo, de las cinco grandes españolas no han entrado en el negocio ni a través de la compra o participación en compañías o creando propias. De hecho, el vicepresidente ejecutivo de Meliá, Gabriel Escarrer, es profundamente crítico con Airbnb, ya que considera que es "la principal amenaza al turismo".

La cadena dirigida por Kike Sarasola, Room Mate, y Grupo Piñero son las dos únicas excepciones. En el caso de Room Mate, cuenta con la plataforma Be Mate, en la que gestiona 600 apartamentos y ofrece 10.000 anuncios en la plataforma. El grupo Piñero, por su parte, tiene una línea de alquiler de apartamentos en México y República Dominicana.

La legislación como enemigo

Palma de Mallorca, Barcelona, Madrid o Bilbao son algunas de las ciudades que quieren plantarles cara a los pisos de alquiler turístico, y eso impide la entrada de inversores internacionales en el sector y de la propia apuesta de los grupos nacionales.

"El conflicto con el Ayuntamiento de Madrid surge porque ellos creen que somos una actividad económica, y no lo somos. Su intención es que si se alquila el piso más de 90 días al año se declare como actividad económica. Pero ni el alquiler de larga duración ni el de corta es una actividad económica. Además, esto no lo decimos nosotros. Hacienda es quien establece que no somos actividad económica", comentaba en Libre Mercado Felicísimo Rodríguez, portavoz de Madrid Aloja, que representa a varios gestores y propietarios de viviendas de alquiler turísticos (VUT).

Además, el plan del Consistorio podría tener consecuencias nefastas no solo para el alquiler turístico. "Si establecen que los pisos en los que se realice una actividad económica tienen que tener acceso independiente, supondría cerrar cualquier oficina que esté en un tercer piso, por ejemplo. Es una locura", alertó.

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