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Carmena "dejará sin ingresos a cientos de familias" con la prohibición de los pisos turísticos

Madrid Aloja saca a la luz la cruda realidad a la que se enfrentan los propietarios de pisos turísticos si el Ayuntamiento decide clausurarlos. 

Madrid Aloja saca a la luz la cruda realidad a la que se enfrentan los propietarios de pisos turísticos si el Ayuntamiento decide clausurarlos. 

"Si los políticos prohíben el alquiler vacacional dejarán sin ingresos a cientos de familias", denuncia Felicísimo Rodríguez, un joven propietario que gestiona viviendas de uso turístico. Él mismo sabe de sobra lo que ha significado la irrupción en España de plataformas como Airbnb. "A mi familia y a mí nos ha sacado del hundimiento económico en el que estábamos sumergidos. Hace dos años tuvimos que cerrar nuestra empresa textil, estábamos arruinados. Gracias a que mi hermana y yo teníamos un apartamento en Madrid, comenzamos a alquilarlo a turistas y salimos a flote", narra Alberto Más, madrileño y autónomo en la actualidad.

Ambos representan la otra cara de las pisos vacacionales. Lamentan la guerra que la alcaldesa Manuela Carmena ha abierto en su contra. "El equipo de Ahora Madrid y numerosas asociaciones vecinales de ideología anticapitalista y subvencionadas repiten mantras continuos contra los arrendatarios. No se dan cuenta de que a quien atacan y ponen en peligro es al bolsillo de personas de clase media que intentan salir adelante con los recursos que tienen", explica Rodríguez.

Vecinos contra huéspedes

Consecuencia de la demonización que sufren los pequeños propietarios es el acoso a los huéspedes que se alojan en los apartamentos del barrio. "Les molestan, dicen que están destruyendo el barrio y los turistas no están haciendo nada. Tuve incluso que denunciar a un graffitero que pintó la puerta de mi casa cinco veces. ¿Acaso saben la historia que hay detrás de la puerta? No tienen ni idea, están intoxicados por los políticos", lamenta el ingeniero madrileño.

Pero no sólo transitan y atienden a viajeros que visitan la gran capital por placer. Rodríguez comenta que los pisos turísticos "están ayudando a mucha gente que no puede permitirse una habitación en un hotel en el centro de Madrid. La media suele estar 100 euros para dos personas", informa el dueño del piso turístico.

Desde funcionarios que vienen a hacer un examen hasta ponentes que se trasladan para ofrecer una conferencia, opositores, viudos, ancianos o estudiantes; la demanda abarca perfiles de lo más variopintos, según comunican los anfitriones: "Hemos recibido a enfermos que vienen a operarse y después tienen que pasar un periodo de convalecencia hasta volver a sus pueblos. Un noche puede costarle 60 euros al paciente y a su acompañante en un piso bien acondicionado y con una cocina donde se ahorran el dinero que te supone comer en la calle", señala el autónomo. Así pues, este tipo de huéspedes también se vería afectado por las medidas turismofóbicas que defienden Ada Colau o Manuela Carmena.

"Al fin y al cabo, esta formación política está perjudicando a humildes viajeros y propietarios. Esto no les afecta a los ricos, que pueden pagarse la habitación que deseen en Madrid", se queja Alberto Más. Rodríguez recuerda, además, cómo una madre soltera abandonó la ciudad junto a su hija pequeña y se mudó a un apartamento que tenían en Almería para poder tener unos ingresos extra con su casa de Madrid. "Se quedó en paro con la crisis y no podía vivir aquí, se volvió a su pueblo y yo le gestioné el alquiler a turistas de su piso. Ella cobraba 400 euros de subsidio, estaba desesperada, no encontraba trabajo y pudo tener unos ingresos de los turistas gracias a esta nueva fórmula. Sobrevivieron ella y su hija", relata el informático.

Propietarios en tierra hostil

Este miedo de los particulares y la indefensión que sienten como propietarios ante ideologías que atentan contra la propiedad privada ha provocado que se cree la plataforma Madrid Aloja, una organización privada que cuenta con 300 asociados en toda España y vela por los derechos de los arrendadores ofreciéndoles asesoramiento jurídico y letrados para las causas.

Su presidente, Adolfo Merás, desvela las acciones que el Consistorio de Carmena está llevando a cabo contra los propietarios por la puerta de atrás: "Están enviando expedientes a los anfitriones desde el Ayuntamiento. Intentan cerrar las viviendas de uso turístico. De momento, han conseguido clausurar edificios que tenían múltiples pisos para viajeros". El representante de Madrid Aloja afirma que el equipo de Ahora Madrid pretende intoxicar a las comunidades vecinales lanzando ideas como que "están destrozando los barrios". Sin embargo, los beneficios de la gentrificación fueron comprobados in situ por Libre Mercado en zonas con gran paso de turistas como Chueca.

"Tenemos jubilados que el ingreso extra de la habitación que arrendan les está ayudando a sobrevivir económicamente, también hay parados de larga duración que, por su edad, no los quieren en ningún sitio", aclara. "El Ayuntamiento ha dicho que las viviendas tienen que cumplir con licencias hoteleras y nosotros lo único que hacemos es dar una llave al huésped y recogerla, nada más. ¿Cómo vamos a sacar una licencia de hotelera?, ¿imaginas pedirle a un pensionista que alquila su habitación que se transforme en un hotel?", se pregunta Merás. "Tenemos la esperanza de que finalmente, si se dirime en los tribunales este asunto, la Justicia nos de la razón", concluye el presidente de Madrid Aloja.

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