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Las petroleras cargan contra el Gobierno: "Socava la libertad y el progreso"

La imposición del coche eléctrico restringe "la libertad de desarrollo del sector", poniendo además en riesgo "la competitividad y el empleo".

La imposición del coche eléctrico restringe "la libertad de desarrollo del sector", poniendo además en riesgo "la competitividad y el empleo".
Una plataforma petrolífera | Repsol

El presidente de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) y también de BP, Luis Aires, ha lamentado que la intención del Gobierno de prohibir en 2040 la circulación de vehículos que no sean eléctrico "socava los principios de libertad y progreso" del sector.

En un acto de celebración del 25 aniversario de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), Aires consideró que esta medida, recogida en el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica del Gobierno, va en contra del "progreso y la neutralidad tecnológica" y, además, crea "incertidumbre" en el sector automovilístico.

En presencia de la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, el presidente de la AOP defendió que el sector ha demostrado ser "valiente", como cuando en plena crisis invirtió 8.000 millones de euros en modernizar las refinerías en España, y aseguró que no "le asusta competir", ya que la gestión de riesgos "está en su ADN".

No obstante, lamentó que la decisión de prohibir a partir de 2040 vehículos que no sean eléctricos puros "no es una medida sensata" y restringe "la libertad de desarrollo del sector", poniendo además en riesgo "la competitividad y el empleo".

Asimismo, subrayó que esta "incertidumbre" lleva a que se retrasen las decisiones de compras de vehículos por los consumidores, lo que "afecta a la modernización del parque automovilístico".

Por otra parte, consideró que la obligación para las estaciones de servicio de instalar puntos de recarga, con sanciones que pueden llegar hasta los 30 millones de euros en el caso de no llevarse a cabo, "no parece respetar el principio de libertad". ¿Quién va a pagar esas inversiones, que no se van a amortizar en su vida útil. ¿Vamos a generar un nuevo déficit de tarifa como el de las primas a las renovables?, se cuestionó.

Repsol y Cepsa, en la misma línea

Mientras, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, aseguró que el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética supone "un golpe en la línea de flotación de la economía española".

Así, el ejecutivo de Repsol pidió al regulador "humildad" y apostó por no ser "pretenciosos" y respaldar la "neutralidad tecnológica". "No hipotequemos al ciudadano", dijo.

Imaz consideró que si la gente tiene "incertidumbre" no decidirá comprar y cambiar de coche, por lo que el parque automovilístico seguirá siendo viejo y contaminando. "Estamos en un círculo perverso", añadió.

Por su parte, el consejero delegado de Cepsa, Pedro Miró, advirtió de que el sector petrolero "está en el origen, pero es parte de la solución". "Hemos jugado un papel fundamental y podemos seguir jugándolo", aseguró. De esta manera, el directivo pidió hacer "el esfuerzo de pensar en medidas eficientes y no efectistas. Medidas que no pretendan impresionar o llamar la atención", destacó

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