El gobierno de Alberto Núñez Feijóo ha anunciado que reducirá cuatro gravámenes a lo largo del año 2019. Los presupuestos para el próximo curso contemplan un aumento del gasto del 3,8%, por encima de la tasa de crecimiento de la economía atlántica, que se expandirá un 2,5%. Sin embargo, Feijóo ha apuntado que los presupuestos mantienen la "prudencia fiscal", puesto que el Ejecutivo autonómico quiere lograr el superávit presupuestario en el primer semestre de 2020.
En materia tributaria, el gobierno gallego prevé duplicar el mínimo exento contemplado para transferencias entre hermanos que están sujetas al pago del Impuesto de Sucesiones y Donaciones. En la práctica, elevar este umbral de 8.000 a 16.000 euros implica que seis de cada diez herencias de este tipo queden exentas de impuestos. Además, la Hacienda gallega reducirá el tipo aplicado por encima de los 16.000 euros.
El segundo impuesto que tiene contemplado revisar el gobierno de Feijóo es el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP). Cuando la compraventa se refiera a una vivienda usada habitual, el tramo bajará del 8% al 7% en el grueso de supuestos y pasará del 4% al 3% para jóvenes y familias numerosas. Esto supone un descuento
En tercer lugar, se produce una mejora del entorno fiscal planteado para el Impuesto de Patrimonio. En 2013, la Administración Feijóo elevó este gravamen un 20%. Sin embargo, desde 2018 está previsto que el tipo aplicado vuelva a los niveles de 2012. De esta forma, Galicia se moverá en niveles equivalentes a los observados en Castilla-La Mancha, Canarias o Castilla y León. La medida beneficiará a 10.000 familias.
La cuarta rebaja está vinculada a la innovación y el desarrollo. El IRPF gallego contempla un incentivo para la participación o inversión en iniciativas empresariales de base tecnológica o pymes dedicadas a actividades innovadoras. Esta deducción, del 20%, pasa ahora a moverse en un tramo general del 30% que puede ampliarse quince puntos cuando el beneficiario cuente con el sello distintivo que otorga la Xunta a las pymes del ramo.
Habrá superávit
A pesar de estas rebajas de impuestos, está previsto que el déficit fiscal se reduzca hasta los 69 millones de euros en 2019. Esto supone un descuadre presupuestario del 0,1% del PIB, suficiente para que en los primeros compases de 2020 se pueda alcanzar un escenario de superávit fiscal en las cuentas regionales.
Queda pendiente, eso sí, la reducción de la deuda pública. Antes de la crisis llegaba al 8% del PIB, mientras que en la actualidad se mueve en el 18% del PIB. Es justo reconocer, eso sí, que esta rúbrica se ha estabilizado en el último lustro, puesto que alcanzó el 18% del PIB en 2014 pero se ha mantenido en dichos niveles desde entonces.