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¿Qué hay detrás de la nueva estrategia de 'marca blanca' de Mercadona?

La cadena de supermercados ha dado un giro de 180 grados en los contratos con sus proveedores.

La cadena de supermercados ha dado un giro de 180 grados en los contratos con sus proveedores.
Entrepinares, Cidacos, Incarlopsa... | Alamy

Ni todas las galletas de Hacendado serán necesariamente de Siro, ni todas las pizzas o el jamón york, de Casa Tarradellas. Mercadona ha puesto fin a las relaciones con las empresas que le suministran su marca blanca, tal y como hasta ahora las conocíamos. La cadena de supermercados ha dado un giro de 180 grados en los contratos con sus proveedores para hacer desaparecer a la famosa figura del interproveedor.

Los interproveedores son las compañías que se encargan de fabricar toda una categoría completa de alimentos o productos y con las que Mercadona firmaba contratos a largo plazo, en muchos casos, en exclusividad. De hecho, si alguna de las partes decidía romper el vínculo, se establecía un plazo de 3 años para descolgarse. Gracias a contratos de grandes volúmenes con estas compañías, la cadena de supermercados ha podido ofrecer productos de calidad y a bajo precio, lo que ha dado como resultado la fórmula de su éxito.

Entrepinares, Cidacos, Incarlopsa… la lista de los interproveedores llega hasta las 120 enseñas a las que hay que sumarle los proveedores a los que Mercadona llama especialistas, que son 1.280 más. El nuevo plan de la compañía valenciana es negociar con cada uno de estos 1.400 proveedores sus productos uno a uno porque, por ejemplo, el Bosque Verde puede hacer unos suavizantes estupendos, pero puede no convencer a Roig en las pastillas de lavavajillas. Así, todos los proveedores estarán al mismo nivel y a todos les llamará totalers.

"Mercadona perdía oportunidades"

"Es una buena idea que se veía venir. Mercadona se está adaptando al cambio de tendencia en el consumo, que es la demanda de productos innovadores y el online", asegura el profesor de operaciones y logística del EAE Business School, José Luis Morato, a Libre Mercado. "El cliente quiere constantemente nuevos productos que le den nuevas satisfacciones, y los interproveedores no pueden hacer igual de bien todo. Se han convertido en empresas con estructuras muy grandes, poco flexibles, y con esos acuerdos, hasta de libros abiertos, Mercadona se estaba perdiendo muchas oportunidades con otras compañías", explica el experto.

"El modelo de Mercadona está basado en un surtido pequeño dominado por la marca propia y dividido en cinco partes: comida, bebida, higiene personal, higiene del hogar y mascotas. La poca variedad es lo que ha ayudado a Mercadona a ajustar los costes logísticos, pero se han empezado a dar cuenta de que la gente estaba empezando a comprar en varios sitios, y eso es el primer paso de la fuga de clientes", explica el experto. "Si a eso se le suma la entrada del online, donde al comprar por internet el cliente pide mucha más variedad, podemos explicar este movimiento", añade Morato.

"Un matrimonio muy duradero"

Otra ventaja que va a ganar la compañía valenciana es independencia respecto a los interproveedores. "Había firmando un matrimonio muy duradero con ellos", asegura el profesor. Por ejemplo, ya no será obligatorio que pasen tres años para que una compañía pueda salir de las estanterías de la cadena de supermercados.

Morato es consciente de que el camino de Mercadona para llevar a cabo sus objetivos no va a ser fácil. "Va a tener que cambiar por completo su política de aprovisionamiento y entiendo que ahora empezarán a llevar los productos a las Colmenas, que son los centros que está levantando para el online. Además, no es lo mismo negociar con Deliplus toda la higiene que hacerlo producto a producto. Eso es mucho más caro", advierte.

Con esta decisión, Mercadona vuelve a tomar "el bastón de mando" frente a los interproveedores. Estas compañías han crecido vertiginosamente a la sombra del gigante valenciano y en los últimos tiempos han empezado a mirar al exterior. Por ejemplo, Incarlopsa, su proveedor de jamones, ha adquirido el 67% de una empresa de cerdos ibéricos en Texas y Siro, el de la bollería, galletas y pan, se ha fusionado con la multinacional Cerealto para crear un gigante mundial del sector. Que los interprovedores estén volando del nido de Mercadona puede ser ya una realidad. "O que le estén preparando el terreno a Roig para que Mercadona de el salto al exterior, también", pone sobre la mesa Morato.

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