Trópico 5 es un videojuego que salió en el año 2014, pero que está de plena actualidad. El jugador se mete en la piel de un dictador de una isla tropical que, a simple vista, tiene semejanzas con el régimen de los Castro. Se mete desde el principio en la piel del dictador, al cual le elige la ropa y los modos de comportarse.
Posteriormente, debe ir eligiendo el sistema político y económico que se implantará en la isla. De hecho, se puede partir desde una revolución bolivariana, instaurar un sistema socialista o bien dirigir la isla hacia el capitalismo. A pesar del humor con el que está hecho el videojuego, hace que cada jugador saque el gestor que lleva dentro y compruebe por sí mismo lo que funciona y lo que no a la hora de gestionar un país.
El juego está pensado al milímetro. El jugador tiene que redactar una constitución, elegir las libertades y derechos que otorga y tratar de tener contenta a la población para evitar cualquier rebelión en contra de sus sistema de gobierno.
La moraleja es que, al final, potenciando la industria y las materias primas, el país comienza a ganar dinero y empieza a desarrollar las ciudades y a crear hospitales, universidades, parques y cualquier otro edificio. Aunque la economía que se sigue en el juego se puede considerar planificada, las decisiones sobre si trabajar para exportar o trabajar para tener una autarquía son claves y hacen que el juego siga una línea u otra.
Lo que deja de manifiesto es que la economía, cuanto más libre y más metida en el comercio está, más próspera es y mejor se desarrollan las ciudades. Una similitud que bien puede aplicarse a la realidad. La actualidad de este juego pasa porque en Tailandia se ha prohibido la venta de Trópico 5, ya que el régimen teme que los ciudadanos tengan un mayor conocimiento sobre la gestión de los países.