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Las mensajeras de los divorciados: "Ya no tengo que volver a verle la cara a mi ex nunca más"

La información de los hijos tras un divorcio se puede delegar en otro y evitar hablar con la antigua pareja.

La información de los hijos tras un divorcio se puede delegar en otro y evitar hablar con la antigua pareja.
Lorena Henares y Nerea Rapado, abogadas y expertas en divorcios

"Discutimos por todo. No consigo comunicarme con mi pareja. Si no fuera porque tengo dos niños no volvería a hablar con ella". Estas lamentaciones suelen convertirse en el pan de cada día de muchos divorciados y separados con hijos. Tener que seguir viéndose las caras después de una ruptura traumática o conflictiva es uno de los problemas que más traen de cabeza a los afectados y, aún más, si aquello ha terminado como el rosario de la aurora.

Hasta ahora, en España, existían mensajeros domésticos que intentaban que el intercambio de información de los hijos entre los padres separados fuera práctico y no causara daño alguno al menor. La madre de él o ella hace de correveydile para que no estalle una nueva discusión por el estrés acumulado de ver a alguien que no apetece. Abuelos, hermanos o amigos funcionan como carteros entre las partes para que no salten las chispas, pero, como en todo, a veces es peor el remedio que la enfermedad.

La cuestión es que este tipo de historias se repite cada vez con más frecuencia en nuestro país. Que el amor se rompa está a la orden del día. Según el INE, hubo 97.060 divorcios, 4.280 separaciones y 100 nulidades en 2017. Además, se prevé que los resultados de 2018 sean cifras de desamor aún superiores. La media de edad en la que la pareja toca techo es 45 años en las mujeres y 47,4 en los hombres. El tiempo de duración de un matrimonio actual es de 16 años y 6 meses. Quienes superan este periodo ya se pueden dar con un canto en los dientes porque, parece ser, que casi nadie se aguanta más de 17 años. Obviamente, son estadísticas y, sin ánimo de ser cenizos, también hay un 30% de casados que se aman hasta la vejez. Hay esperanza.

La alegría de no hablar con el ex

El caso es que los divorcios sin acuerdo suponen el 22,8%. Es entonces cuando puede empezar el calvario, especialmente si hay hijos de por medio. "Después del divorcio empieza una segunda etapa que puede ser muy conflictiva, llena de desavenencias, discusiones por la hora de entrega, caos... Y hay que lidiar con el malestar de emociones negativas, ansiedad, angustia y agobios tanto para padres como para hijos", explica la abogada Lorena Henares Hervás, experta en separaciones y fundadora de Díselo Tú.

Junto con la letrada Nerea Rapado, han creado una compañía en la que hacen de mensajeras entre exmarido y exesposa. Funcionan como "palomas de la paz" y se presentan como intermediadoras para, claramente, no tener ni que saludar al ex. "Nos hacemos cargo de lo que uno le quiere decir al otro. En nuestro país si, por ejemplo, no te pones de acuerdo con el pago de las clases de tenis a tu hijo, tienes que poner una demanda a tu ex, esperar a los seis meses de resolución en un juzgado y meterte en un berenjenal por cada cosa que ataña al hijo y no puedas arreglarlo con tu expareja, además de los gastos de abogado", explica la letrada.

Henares especifica a Libre Mercado que cualquier persona que se vea en este situación puede contratar un intermediador. La diferencia con los mediadores es que se requiere la voluntariedad de ambas partes, pero en la intermediación no es necesario que el ex esté de acuerdo en la contratación de este tipo de carteros con mensajes acerca de sus hijos. "Si el exmarido, por ejemplo, se niega a contestarme a las preguntas o cuestiones que yo le propongo en nombre de la madre, puede escucharme y después responder a su expareja", aclara la abogada.

Cabe decir que abrir la puerta de la casa y encontrar a un extraño que dice que "viene en nombre de su ex con información de su hijo" suena bastante mal. La cuestión es que estas abogadas no paran de recibir solicitudes desde que empezaron con su asesoría hace menos de tres meses. "Nos hemos encontrado con gente que nos increpa o nos pregunta que quiénes somos y que no piensan decirnos nada, pero no es lo común. Cuando lo aclaramos, suelen quedarse muy contentos porque, además, la otra parte no tiene que pagar nada, por lo que están encantados. Nos han llegado a decir que ¡menuda alegría no tener que volver a hablar con él!", cuenta la jurista. Y añade que no se posicionan nunca a favor de nadie. Su posición es "totalmente neutral".

Información que intercambian las exparejas

Desde los regalos de cumpleaños hasta el pago de pensiones, el horario de recogida del colegio, permisos paternos para viajes o excursiones, pequeñas deudas monetarias, clases extraescolares o la celebración de una fiesta infantil, así como citas con el médico son los avisos que más frecuentemente se necesitan dar entre los padres del menor. "Son minucias, pero les quitamos la carga emocional que implica el tener que negociar con quien has compartido tu vida. Está claro que no es lo mismo hablar con tu ex que con el vecino del quinto. Padres y madres no custodios necesitan saber cómo les va en el día a día a su hijo", afirma Henares.

Una joven divorciada confiesa a este diario que lo mejor que le ha pasado en la vida es "no tener que volver a cruzar una palabra con mi ex ni verle la cara". Ella contrató a una de las abogadas mensajeras y su ex estuvo totalmente de acuerdo. "Lo hacemos todo a través de nuestra intermediadora, es genial", confirma.

En cuanto al género, las demandas son paritarias, hombres y mujeres acuden a un mensajero por igual. Las letradas hacen hincapié en la segunda etapa que empieza tras un divorcio, ya que nada termina con la separación si tienes hijos. En realidad, "comienza otro periodo que puede transformarse en un víacrucis peor", recalcan las expertas en divorcios contenciosos.

En Libre Mercado

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