La aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2018 permitió que el gobierno del Partido Popular impulsase una rebaja del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas que beneficia desde mediados del pasado año a 3,5 millones de contribuyentes. Los planes del Ejecutivo fueron criticados por el PSOE, cuyo líder Pedro Sánchez exigía entonces una mayor recaudación fiscal como condición para financiar "un Estado de Bienestar de primera".
Sin embargo, tal y como han explicado gurús económicos liberales como Arthur B. Laffer, la reducción de los tipos impositivos no tiene por qué generar un descenso de los ingresos tributarios. De hecho, en la medida en que los gravámenes pueden ser excesivos, su moderación puede terminar arrojando un aumento de la recaudación. Eso es precisamente lo que está pasando en España, esta vez con el IRPF.
En 2018, el mínimo exento del gravamen sobre las rentas del trabajo subió de 12.000 a 14.000 euros al año para todos los contribuyentes. Además, se aprobó una rebaja adicional en el impuesto directo por excelencia, orientada a beneficiar a aquellos trabajadores que perciben un sueldo de entre 14.000 y 17.000 euros por ejercicio.
Pues bien, el Informe de Recaudación de la Agencia Tributaria para enero-noviembre de 2018 confirma que los ingresos tributarios obtenidos por IRPF han subido un 7,9% en términos nominales y un 7,7% en términos homogéneos. El aumento ha sido mayor aún que el registrado en el IVA, cuyo crecimiento ha sido del 4,3%, y solo se ha quedado por debajo de la subida en Sociedades, que aumenta sus caudales un 12,6%.
En términos homogéneos, los ingresos tributarios totales han subido un 6,3% entre enero y noviembre. La subida es similar al repunte registrado a lo largo del pasado año 2017, cuando Hacienda recaudó un 6,2% más. El tercer trimestre del año, en el que ya estuvo en vigor la rebaja de IRPF, arrojó un aumento de la recaudación del 9,3% en dicho gravamen, mientras que los datos para octubre y noviembre arrojan una subida más tímida, del 6,4%.
No hay que olvidar que lo que está pasando en 2018 es simplemente un reflejo de lo que ocurre desde 2015. Los ingresos fiscales llevan cuatro años subiendo a una tasa media del 4%, impulsados por el crecimiento económico.
Madrid, otro ejemplo
La región de la capital de España también está experimentando un fuerte crecimiento en sus ingresos fiscales. Desde los años de gobierno de Esperanza Aguirre, la Comunidad de Madrid ha adoptado diversas rebajas en IRPF, Sucesiones, Donaciones, Patrimonio, Transmisiones Patrimoniales, Actos Jurídicos Documentados… pero su previsión de ingresos arroja un repunte del 7%.
Y es que, con menos impuestos, Madrid consigue crecer al 3,8%, muy por encima del promedio nacional. Esa mayor actividad acelera el pulso de la recaudación, que sube lo suficiente como para permitir nuevas rebajas fiscales en 2019. El círculo virtuoso del que tantas veces habló Laffe