José Antonio Herce, senior advisor de FEDEA y socio externo y profesor de Afi Escuela de Finanzas, es uno de los mayores expertos en pensiones de nuestro país. Este pasado miércoles se pasaba por el Patio de la Infanta de Zaragoza invitado por Ibercaja para un Foro sobre el futuro y las pensiones titulado "¿Pagarán los robots nuestras pensiones?".
Herce hacía hincapié en la cuestión demográfica y en los avances tecnológicos: "si llegamos a vivir 120 años, como los niños que nacen ahora, la jubilación debería ser a los 90 años como poco. Además, debemos permitir e incentivar de la forma adecuada que aquellos que quieran continuar en su empleo puedan hacerlo". La longevidad sumada a la creciente digitalización tendrán consecuencias, dice Herce, que no serán inocuas".
Precisamente, sobre estos asuntos se centrará el desayuno informativo que tendrá lugar el próximo lunes en Libertad Digital impulsado por Ibecaja Pensión. Tras el éxito del primero de los desayunos dedicado, en diciembre, al reto demográfico y las pensiones, este lunes, LD vuelve a convocar a José Carlos Vizárraga Catalán, director de Ibercaja Pensión para tratar un asunto crucial sobre este particular, y es el llamado "segundo pilar de las pensiones", donde se debe apoyar la sostenibilidad del sistema, que es el de los "planes de empresa" para cubrir parte del rango de poder adquisitivo que se pierde y perderá con la jubilación.
Para este desayuno, contaremos en Libertad Digital con el economista y experto Javier Santacruz, director de estudios del Think Tank Civismo, profesor IEB; con Almudena Semur, secretaria general del Instituto de Estudios Económicos y con Carlos Esquivias Escobar, responsable de la Comisión de Vida y Pensiones de UNESPA.
En su conferencia de ayer, Herce apostó, primero por elevar la edad de jubilación en función de la esperanza de vida y, por otro lado, actualizar las pensiones con los salarios, lo que no tiene nada que ver, según dice, con la privatización del sistema. Decía que "en países como Suecia, los planes de pensiones de empresa son obligatorios".
En este sentido, Herce calificaba de "estupendas" las pensiones máximas en España y que superan a la mayoría de nuestros vecinos de la UE. "En otros países, las prestaciones se han reformulado sobre bases que aquí causarían un auténtico drama social –recalca–. Existen fórmulas para permanecer empleado en España, no prejubilarse, que en otros lugares funcionan, pero que aquí no se publicitan".
Sobre el diagnóstico del principal problema para la sostenibildiad de las pensiones en España, Herce era tajante: la desinformación.