La patronal de los empresarios madrileños, CEIM, ha elaborado un sondeo sobre la venta ambulante en el municipio de Madrid. El objetivo de la encuesta es conocer la opinión de ciudadanos y comerciantes sobre esta cuestión, especialmente ahora que el gobierno local se pone de perfil ante el auge de este tipo de infracciones.
De acuerdo con el sondeo, el 25% de los madrileños dice haber comprado en el "top manta" alguna vez en los últimos años. El porcentaje es mayor entre las mujeres, las personas de entre 30 y 44 años y los niveles de renta media-alta. El sondeo, elaborado por Sigma Dos, muestra que la oposición a comprar artículos de venta ambulante se incrementa conforme la edad de los encuestados es mayor.
Los artículos más comprados en las calles son bolsos (30%), ropa y camisetas de fútbol (25%), música (24%), películas (22%) o complementos como carteras, cinturones, guantes, obreros, gorras o ganas de sol (13%). De media, quienes reconocen haber hecho este tipo de compras confiesan haberse gastado alrededor de 25 euros en cada adquisición.
¿Qué motivos empujan a los madrileños a comprar artículos de venta ambulante? Un 52% dice que lo ha hecho pensando en el ahorro de precio, mientras que un 35% reconoce que fue una compra impulsiva. Solamente un 4% dice hacerlo por "ayudar a los manteros", mientras que un 5% se queda con la "calidad de las imitaciones".
Para el 63% de los madrileños, la venta ambulante ilegal es un problema social muy o bastante importante. Hay otro 25% de respuestas que corresponden a quienes ven esta práctica como un problema de índole menor, mientras que un 9% no considera que el "top manta" sea un asunto grave para la ciudad.
El 66% opina que esta actividad perjudica a la economía local, aunque un 65% acota su incidencia a las zonas céntricas y comerciales. El 45% de los madrileños afirma que la incidencia es mayor en Madrid que otras ciudades, aunque un 28% defiende lo contrario. Pero, ¿a quién corresponde tomar medidas? Un 64% opina que la responsabilidad en la gestión y solución de este asunto recae sobre el Ayuntamiento, entre otras razones porque el 82% cree que el top manta afecta al orden y la seguridad de la capital y porque el 66% piensa que la imagen de la Villa y Corte se resiente por la prevalencia de este tipo de práctica.
Aunque el 32% de los madrileños piensa que el "top manta" es una forma de ganarse la vida para quienes no tienen documentación, otro 57% defiende que se trata de una forma de explotación de personas por mafias. Quizá esto último explica que el 52% pida más presencia policial para frenar la compra-venta de artículos en la vía pública.
Impacto económico
Según CEIM, las repercusiones económicas del comercio irregular a pie de calle son tres: caída de facturación en las empresas, destrucción de empleo y reducción de la recaudación tributaria. Los datos que maneja la patronal de Madrid hablan de un desplome de la facturación de los comercios cercano a los 157 millones de euros anuales, lo que supone 1.406 puestos de trabajo menos y menoscaba los ingresos por IVA e IRPF en 26 millones de euros.
En toda España, la Oficina de Propiedad Intelectual de la UE calcula que el "top manta" reduce la facturación de distintas industrias en 4.630 millones de euros anuales. El grueso corresponde a ropa, calzado y accesorios, que se dejan 4.127 millones por esta vía. En total, el empleo perdido asciende a 53.000 puestos de trabajo. Parte de la lucha contra el "top manta" se desarrolla en la frontera, donde la incautación de falsificaciones evita la entrada en el país de bienes cuya venta se valora en el entorno de los 75 millones de euros.