Hace un año y medio, en plena tormenta por el golpe separatista del 1-O, Libre Mercado avanzó que las consecuencias económicas de la salida de empresas serían mucho mayores de lo que reconoció el movimiento independentista catalán. De hecho, este diario acreditó que el traslado de la sede de grandes corporaciones empresariales a otros territorios nacionales hizo efectivo el "sorpasso" de la Comunidad de Madrid a Cataluña en el ranking que mide el tamaño de la producción económica de nuestras autonomías.
Conforme pasaron las semanas empezamos a conocer nuevas informaciones que arrojaron más luz sobre las consecuencias de la fuga de empresas. Por ejemplo, supimos que la facturación de las pymes que salieron de Cataluña asciende a 1.800 millones de euros, que las ventas de las empresas más grandes que salieron de la región ascienden a más de 63.000 millones, que las únicas entidades financieras que mantuvieron su sede en la autonomía mediterránea fueron dos cajas de minúsculo tamaño o que las cotizadas que cambiaron su oficina central a otras autonomías mueven anualmente un volumen de negocio equivalente al 22,4% del PIB catalán. En resumen: fuimos encontrándonos con titulares de lo más negativo que ponían de manifiesto las diferencias entre la próspera Madrid y la decadente Cataluña.
El "sorpasso" de Madrid a Cataluña tendrá que ser confirmado con las cifras de PIB autonómico que facilitará próximamente el Instituto Nacional de Estadística. Sin embargo, el Colegio de Economistas de Madrid ha elaborado una primera aproximación y ha constatado que Madrid estaría ya por encima de Cataluña en cuanto al tamaño total de su economía. El CEMAD ha hecho este cálculo tomando como referencia las estimaciones de crecimiento regional que elaboran el servicio de estudios del banco BBVA y el centro de investigación económica CEPREDE.
Brecha de crecimiento
La población de la Comunidad de Madrid es inferior a la de Cataluña en un millón de habitantes: cerca de 7,4 millones en la región mediterránea y alrededor de 6,4 millones en la autonomía de la capital de España. Por tanto, el hecho de que se esté dando un "sorpasso" indica que la producción económica por habitante es un 15% mayor en el territorio gobernado por Ángel Garrido que en la región gestionada por Quim Torra.
La brecha de crecimiento entre Madrid y Cataluña ha ido a más. En 2017, Cataluña iba incluso por delante hasta que se produjo el 1-O. En 2018, Madrid aumentó su PIB un 3,1%, mientras que Cataluña se quedó en un 2,4%, por debajo incluso del promedio nacional, situado en el 2,5%. Las consecuencias de este enfriamiento no han tardado en notarse. Por ejemplo, Cataluña ha dejado de crear 30.000 empleos por el 1-O, según cálculos de BBVA.