Las negociaciones entre la dirección y los sindicatos de Nissan para acordar el ajuste de plantilla planteado por la empresa se han roto esta madrugada de manera abrupta y la multinacional estudia ahora las medidas a tomar, sin descartar ningún escenario.
Fuentes de la empresa han explicado a Efe que las conversaciones, en las que mediaba la Generalitat, se han cerrado sin acuerdo, pese a que se había avanzado en puntos respondiendo a las demandas de los sindicatos, por lo que la situación ahora es de "mucha incertidumbre" ante "la irresponsabilidad" del comité.
Durante todo el día de ayer, el comité y la dirección de Nissan estuvieron reunidos intentado alcanzar un acuerdo previo a la presentación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) formal para reducir 600 empleos en las plantas de Zona Franca y de Moncada y Reixach.
La dirección de Nissan aceptó hace unos días aplazar la presentación del ERE para dar más margen a la negociación con los sindicatos, que ahora ha fracasado, con lo que el escenario que se abre es de incertidumbre.
De momento, Nissan Motor Ibérica ha decidido informar a la dirección de la multinacional "para que tome las decisiones que considere oportunas", según el comunicado hecho público este viernes.
Fuentes de la compañía han señalado que "están abiertas todas las posibilidades", ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con los sindicatos, lo que podría pasar por la presentación de un ERE con condiciones por debajo de las que se estaban negociando o incluso otras medidas más traumáticas.
Durante la negociación de ayer, ya de madrugada, la dirección ofreció compensar las prejubilaciones con el 85% del salario neto hasta la jubilación a los 63 años, y conceder una prima de adhesión en un único pago, equivalente al 5%, según ha explicado la compañía.
En paralelo, el plan de bajas incentivadas preveía la indemnización legal más 50.000 euros netos y se ofrecía un incremento salarial del 3%, repartido en una subida del 0,6 % no consolidado en 2019, y otra del 1% consolidado más un 0,2% no consolidado en los ejercicios de 2020 y 2021.
Fuentes de los sindicatos han señalado que las condiciones no eran aceptables ya que no se ofrecían suficientes garantías de futuro para las plantas de Barcelona.
Por el contrario, la empresa ha asegurado que estas condiciones "satisfacían" las demandas planteadas durante las negociaciones "y permitían aprovechar la oportunidad de futuro que ofrece la compañía para seguir fabricando automóviles en Barcelona", a partir de la inversión de 70 millones de euros para una nueva planta de pintura que Nissan ha prometido si hay acuerdo sobre el ajuste.
Nissan ha calificado de "un gran ejercicio de irresponsabilidad" la actitud del comité de empresa, que rechazó estas condiciones, tras un mes y medio de conversaciones.
Fuentes próximas a la empresa han acusado directamente a CCOO de "intentar dinamitar" un posible acuerdo.