El Ayuntamiento de Valencia contaba con una partida designada de 230 millones de euros para pagar sueldos en 2015, el último año con presupuestos del Partido Popular. Tras el pacto de Compromís y el PSOE para gobernar la ciudad, esta partida ha ido incrementándose considerablemente. De hecho, según informa el diario regional valenciano Las Provincias, el gasto se ha disparado en 70 millones de euros, hasta llegar a los 300 millones totales anuales.
El aumento se ha producido por dos motivos: la plantilla ha aumentado en 155 empleados y los complementos salariales se han disparado. En 2015, el Ayuntamiento tenía 4.827 personas a sueldo, pero ahora suman 4.982, entre funcionarios, interinos y cargos políticos de libre designación. Además, en 2016, Joan Ribó, alcalde de Valencia, firmó un convenio colectivo para subir sus salarios.
El sueldo de Ribó y la deuda
Por otro lado, Ribó percibió 82.603 euros brutos en 2017, una cifra superior a lo que cobra el presidente del Gobierno. Pese a este mayor gasto en sueldos públicos, el plan de ajuste que al Ministerio de Hacienda impuso al consistorio ha hecho que su deuda se reduzca a casi la mitad en cuatro años.
A 1 de enero de 2015, la deuda ascendía a 784,6 millones, equivalente al 104,71% de sus ingresos corrientes, mientras que hoy ronda los 446,6 millones, lo que representa un 53,6%. Pero el mérito en este caso es de la aplicación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria.