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La nueva presidenta de la Comisión quiere rebajar los objetivos de déficit y deuda en la UE

Cuestiona el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que limita el déficit al 3% del PIB y la deuda a un máximo del 60%.

Cuestiona el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que limita el déficit al 3% del PIB y la deuda a un máximo del 60%.

Bombazo en Bruselas. La nueva presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, trabaja ya en un borrador que puede cambiar para siempre el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), un acuerdo suscrito por los veintiocho países miembros de la Unión que busca garantizar la estabilidad macroeconómica a base de mantener la disciplina fiscal.

Las reglas del PEC son claras: se espera que los socios de la UE limiten su déficit público por debajo del 3% del PIB y contengan su stock de deuda en niveles inferiores al 60% del PIB. Cuando se rebasan estos límites se activan protocolos orientados a corregir los desequilibrios. Así, un incumplimiento significa, por ejemplo, que los presupuestos requieren autorización de Bruselas.

Durante la última década, las reglas de control del déficit y la deuda han sido fuertemente criticadas por países como Grecia, cuyo exprimer ministro Alexis Tsipras protagonizó numerosos enfrentamientos con las autoridades comunitarias. Más recientemente, la Comisión libró una tensa batalla con el gobierno italiano que conforman La Liga y el Movimiento 5 Estrellas.

Ahora, de acuerdo con las informaciones que ha publicado el Financial Times, Von der Leyen y el nuevo equipo de la Comisión Europea están trabajando en un mecanismo que pretende replantear el funcionamiento del PEC y relajar sus reglas para asegurar un mayor grado de cumplimiento por parte de los países miembros.

Un punto medio

Según la información del FT, la meta es conseguir un nuevo marco que permita una reducción "razonable y sostenible" de la deuda, contemplando reglas especiales para las economías más "vulnerables" de la UE. Von der Leyen ya dejó entrever sus intenciones hace un mes, cuando afirmó que su objetivo era "hacer uso de la flexibilidad normativa para promover la inversión y el crecimiento".

El dossier que maneja la presidenta de la Comisión reconoce que existe una "alta polarización" entre quienes defienden "políticas fiscales más estrictas" y quienes apuestan por la "relajación de las normas". Bruselas pasaría así de defender lo primero a buscar un punto intermedio entre ambas sensibilidades.

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