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Punto de inflexión: el agujero de la Seguridad Social vuelve a crecer tras vincular la subida de las pensiones al IPC

El gasto en pensiones contributivas avanza a un ritmo del 5% interanual y el déficit sube hasta los 20.400 millones de euros, un nuevo récord.

El gasto en pensiones contributivas avanza a un ritmo del 5% interanual y el déficit sube hasta los 20.400 millones de euros, un nuevo récord.
La ministra de Trabajo, Magdalena Valerio | EFE

Uno de los objetivos que perseguía la reforma de la Seguridad Social que aprobó el anterior Gobierno de Mariano Rajoy en 2013 consistía en moderar el incremento del gasto en pensiones mediante la aplicación de dos fórmulas: por un lado, el Índice de Revalorización de las Pensiones (IRP), que desvinculaba la tradicional subida de estas prestaciones con la inflación, y, por otro, el Factor de Sostenibilidad, que tenía en cuenta la evolución de la esperanza de vida para calcular el primer pago de la jubilación tras el retiro.

Su finalidad, en última instancia, radicaba en alcanzar el equilibrio presupuestario para garantizar la sostenibilidad financiera del sistema a medio y largo plazo. Sin embargo, el retraso en la aplicación del Factor de Sostenibilidad, primero, y la anulación del IRP, después, han convertido dicha reforma en papel mojado a la vista de cómo está evolucionando el agujero de la Seguridad Social en los últimos trimestres.

Entre 2014 y 2017, las pensiones subieron un 0,25% anual, el mínimo que marcaba la ley, debido al elevado déficit que registraban las cuentas, pero tanto en 2018 como en 2019 su revalorización se ha vuelto a vincular al IPC. Como resultado, el gasto en pensiones vuelve a crecer con fuerza y, con él, también el déficit de la Seguridad Social, a pesar de la recaudación récord que arrojan las cotizaciones sociales, tal y como se desprende del último estudio del Observatorio de Pensiones de la Universidad de Valencia.

En concreto, desde 2016, tanto el déficit total del sistema (incluyendo las transferencias procedentes del Estado para cubrir ciertas prestaciones) como el déficit contributivo (contando tan sólo las pensiones contributivas y las cotizaciones sociales) han arrojado un leve descenso, desde el 1,7% del PIB registrado entonces, gracias a la contención del gasto y el aumento de los ingresos.

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Pero la subida de las pensiones con el IPC en 2018 y 2019 ha marcado un punto de inflexión, revirtiendo esta positiva tendencia. El saldo por operaciones no financieras (déficit total) bajó hasta el 1,35% del PIB en el primer trimestre del presente año, equivalente a 16.402 millones de euros, pero se ha disparado hasta el 1,49% en el segundo, lo que supone 18.304 millones. Este agujero es el resultado de unos ingresos anuales de 139.766 millones de euros y unos gastos de 158.070 millones, 740 y 2.642 millones más al año que en el trimestre previo.

Y algo similar sucede con el saldo contributivo, puesto que, tras bajar al 1,56% del PIB a mediados de 2018, ha crecido hasta el 1,67% en el segundo trimestre del presente año, alcanzando la cifra de 20.422 millones de euros. El dato anual de ingresos contributivos ha registrado un aumento de 2.186 millones, mientras que los gastos contributivos han aumentado 2.388 millones de euros.

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La clave de este nuevo deterioro presupuestario radica en el incremento del gasto. Así, aunque el total de ingresos contributivos -exceptuando las transferencias del Estado vía impuestos- avanza a un ritmo del 6,1% interanual, impulsado por la subida del salario mínimo, la creación de empleo y el aumento de la base máxima de cotización, los gastos también hacen lo propio, con un crecimiento del 6,5% interanual en las pensiones contributivas y del 5,3% en el total de gastos contributivos.

¿La razón? "Las medidas de reforma de las pensiones moderaron el incremento en el gasto en pensiones respecto a antes de 2015, situándose en un rango bastante estrecho hasta el segundo trimestre de 2018 en torno al 3,3% anual", según este estudio. Sin embargo, "desde el tercer trimestre de 2018, con la vuelta a la revalorización con el IPC, el incremento en el gasto en pensiones contributivas ha vuelto a aumentar hasta el 4,5%-5% anual".

En el segundo trimestre de 2019, el número de pensiones crece un 0,31%, bastante más que la población en edad por encima de la legal de jubilación (+0,72% para todo 2019, según la proyección del INE), fijada en 65 años y 8 meses para este año; la revalorización de las pensiones ha sido del 0,4% (equivalente a un trimestre del 1,6% anual); y el resto de efectos (+0,8%) se ha comportado peor que en el mismo trimestre de 2018.

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Por ello, a pesar de que la recaudación por cotizaciones marcará un nuevo récord en 2019, el agujero del sistema se sigue agrandando. De hecho, el déficit contributivo anual acaba de marcar su máximo histórico en términos absolutos (20.422 millones de euros), lo que exigirá nuevas inyecciones de dinero por parte del Estado para pagar las pensiones en tiempo y forma. El proyecto de Presupuestos que elaboró el Gobierno de Pedro Sánchez para 2019 contemplaba hacer uso de 3.693 millones del Fondo de Reserva y otros 15.164 millones en préstamos del Estado, además de alguna transferencia corriente adicional, para cubrir la diferencia entre ingresos y gastos contributivos.

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