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Ence culmina el proyecto de Integración Paisajística de su biofábrica de Pontevedra

La compañía ha apostado por integrar sus instalaciones en el entorno, en una iniciativa pionera en el sector industrial español.

La compañía ha apostado por integrar sus instalaciones en el entorno, en una iniciativa pionera en el sector industrial español.
Imagen de la biofábrica tras el proyecto de integración en el entorno | Ence

En el marco de su apuesta por la sostenibilidad y su compromiso con el entorno pontevedrés, Ence ha culminado en la ciudad su proyecto de integración paisajística, una iniciativa pionera en el sector industrial español que apuesta por la integración de sus instalaciones en el entorno que las rodea.

El proyecto, que arrancó en 2012 con la puesta en marcha de un concurso arquitectónico internacional cuyo ganador fue el proyecto "Materia Propia", de los arquitectos valencianos Orts y Trullenque, culminó con la finalización de las últimas obras este otoño.

El concurso puesto en marcha por la compañía contó con la participación de 102 despachos de arquitectura a nivel mundial, cuyas propuestas estuvieron expuestas a la ciudadanía durante 2 meses en la ciudad de Pontevedra. Los proyectos recibidos se estudiaron y valoraron en detalle por un jurado compuesto por profesionales del sector, personalidades de la política local y ejecutivos de Ence.

El desarrollo del proyecto supuso una inversión de 4 millones de euros por parte de la compañía, que contó con la participación de 18 empresas locales de reputada trayectoria para ejecutarlo.

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Integración de la biofábrica en el paisaje

La primera fase del proyecto consistió en la plantación de una pantalla de árboles que rodeasen la biofábrica, compuesta por especies como el quercus, pinux, eucalyptus, mioporum o liquidambar, entre otros. La introducción de masas de árboles de diversas variedades para rodear el complejo industrial en la zona que se sitúa frente a la ría, además de reforzar las zonas ajardinadas de la parcela, ya existentes, ha permitido que el enclave industrial y sus edificios queden envueltos por diferentes frentes vegetales, con lo que se establecen distintos planos de profundidad de campo de visión que neutralizan su impacto visual, y que serán más evidentes en sucesivos años, con el crecimiento de los árboles.

En una segunda fase, los edificios más visibles del conjunto industrial de Ence en la ciudad de Pontevedra se dotaron de una envoltura que, debido a sus formas, elaboración y tonos cromáticos, hizo posible una mayor integración paisajística de la biofábrica en su entorno.

Carlos Trullenque y Marta Orts, arquitectos responsables, señalaron que "la complejidad de la obra ha sido enorme. Y enorme ha sido el equipo humano, así como los esfuerzos por parte de Ence y las capacidades de las tantas y tantas personas que han trabajado en ella. Ahora, sólo falta que cada habitante de la Ría y cada visitante, valoren el resultado por sí mismos".

Ence trabaja para que todas sus plantas y biofábricas de celulosa se constituyan como ejemplos de sostenibilidad, prioridad estratégica para la compañía. Ence Pontevedra es, de hecho, un ejemplo de contribución a la bioeconomía y la economía circular, y ha sido reconocida con prestigiosos reconocimientos internacionales, como la Distinción Oro de la Comisión Europea por su mejora medioambiental y la ecoetiqueta Nordic Swan, sello ecológico oficial de los gobiernos escandinavos. Con la puesta en marcha de este proyecto, Ence Pontevedra busca dar un paso más allá en su firme apuesta por el cuidado y el respeto de su entorno social y ambiental, que incluye la puesta en marcha de proyectos pioneros en el sector, entre los que se encuentra la publicación diaria de los parámetros medioambientales de su planta pontevedresa en la web encepontevedra.com, o la puesta en marcha de un proyecto conjunto con la Universidad de Santiago que ha permitido reducir hasta en un 99% los olores de la biofábrica con respecto al año 2010.

Prueba de la calidad medioambiental de Ence-Pontevedra es que se marisquea delante de la biofábrica. Hay importantes bancos de marisqueo en Os Praceres –que está junto a la biofábrica–, así como en las localidades próximas de Lourido, Combarro y Raxó. De hecho, las lonjas de pescado y marisco de la Ría de Pontevedra obtuvieron en 2018 la mayor facturación de los últimos 12 años.

Otra muestra de la calidad medioambiental de la biofábrica es que en el área de la Ría de Pontevedra próxima a la biofábrica hay cinco playas con el distintivo de bandera azul de la UE: Cabeceira en Poio, y Portocelo, Mogor, Aguete y Santo do Mar en Marín.

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