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La rectificación del PSOE sobre la reforma laboral contenía un punto ya derogado

El despido por absentismo debido a bajas por enfermedad, como catarros o gripes, fue derogado en febrero. El Gobierno ya lo celebró.

El despido por absentismo debido a bajas por enfermedad, como catarros o gripes, fue derogado en febrero. El Gobierno ya lo celebró.
Escrivá, Díaz, Montero, Calviño e Iglesias, en la foto del pacto de los ERTE | EFE

La reforma laboral ha explotado en la cara del Gobierno. El sorpresivo acuerdo firmado el pasado miércoles entre PSOE, Podemos y EH-Bildu para derogarla "integramente", y su posterior rectificación tres horas después, está provocando todavía más incertidumbre —si cabe— en el sector empresarial de nuestro país. Tanto es así, que esta jugada ha ocasionado un enfado monumental en la CEOE, que ha roto el diálogo social con el Gobierno y ha anulado todas las citas con sus miembros, como la que tenía en la tarde de ayer con el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá.

El embrollo comenzó pasadas las 21:00 horas, cuando se hacía público el documento firmado por Adriana Lastra (PSOE), Pablo Echenique (Podemos) y Mertxe Aizpurua (EH-Bildu) en el que se comprometían a derogar "de manera íntegra" la reforma laboral de 2012 "antes de la finalización de las medidas extraordinarias adoptadas por el Gobierno en materia económica y laboral derivadas de la crisis originada por la covid-19", rezaba el texto. El objetivo estaba claro: tumbar por completo la reforma de Fátima Báñez. Sin embargo, la fecha quedaba supeditada a la interpretación. ¿Sería con el fin del estado de alarma?, ¿con el último ERTE?, ¿con el último autónomo cobrando el paro por cese de actividad? Las dudas eran muchas, aunque este punto quedó invalidado esa misma medianoche.

A través de un mensaje de WhatsApp a la prensa, el PSOE se desdecía del acuerdo con una "nota aclaratoria" en la que informaban de que "queda anulado" el primer punto del acuerdo, fulminando así el término "íntegro" de la derogación de la reforma del PP. Entonces, quedaba "de la siguiente manera", explicaban:

"Derogaremos la reforma laboral. Recuperaremos los derechos laborales arrebatados por la reforma laboral de 2012. Impulsaremos en el marco del diálogo social la protección de las personas trabajadoras y recuperaremos el papel de los convenios colectivos. En concreto y con carácter urgente":

  • Derogaremos la posibilidad de despido por absentismo causado por bajas por enfermedad.
  • Derogaremos las limitaciones al ámbito temporal del convenio colectivo, haciéndolo llegar más allá de las previsiones contenidas en el mismo, tras la finalización de su vigencia y hasta la negociación de uno nuevo.
  • Derogaremos la prioridad aplicativa de los convenios de empresa sobre los convenios sectoriales.

Rectifican con el acuerdo PSOE-Podemos

Lo cierto es que esta aclaración es literalmente el mismo texto del programa de Gobierno de coalición que el PSOE firmó con Podemos a finales de 2019. Ya entonces, el PSOE decidió eliminar el matiz de que, cuando llegaran al poder, derogarían lo que ellos llamaban "los aspectos más lesivos" de la reforma laboral, para dejarlo, simplemente, en "derogaremos la reforma laboral", sin matices y con los puntos anteriores. La novedad en el acuerdo con Bildu era meter además el término "íntegramente", que reforzaba todavía más la idea de fulminarla por completo.

Así, este copia-pega de su acuerdo con Podemos en forma de "nota aclaratoria" refleja que no fue escrito ni siquiera pensando en el pacto firmado con Bildu, sino que fue fruto de un cambio de criterio interno en el Gobierno y, simplemente, se limitaban a rectificar con un acuerdo anterior. De hecho, es tanta improvisación que denota este mensaje, que contiene un punto que ya había sido derogado anteriormente.

El despido por absentismo fue derogado en febrero

Se trata del primero: derogaremos la posibilidad de despido por absentismo causado por bajas por enfermedad. Fue el pasado 18 de febrero cuando el Consejo de Ministros aprobó por decreto-ley fulminar el artículo 52.d del Estatuto de los Trabajadores, que permitía a los empresarios el despido objetivo de un empleado que acumulase demasiadas bajas médicas intermitentes, aunque estuvieran justificadas. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, fue una de las que más entusiasmo puso en celebrar esta derogación. "Repara derechos de los trabajadores y subsana una anomalía. A partir de ahora, impedimos que las personas, cuando se sienten más vulnerables, sean despedidas", declaraba en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros ese 18 de febrero.

Entonces, ¿la persona que escribió la nota aclaratoria no se acordaba de que el despido por absentismo por enfermedad llevaba 3 meses derogado? Parece ser que no. "Este despido era un despido objetivo que venía a penalizar las ausencias reiteradas de los trabajadores por enfermedades leves, como catarros, gripes o dolores de cabeza", explica a Libre Mercado el abogado y profesor de derecho laboral de la UOC, Víctor Canalda. "Aunque fueran enfermedades comunes, y estos días no los cobraran, había trabajadores que abusaban un poco de estas ausencias, y el articulo 52.d establecía diversos parámetros de que, si se llegaba a un número de bajas concreto, el empresario podía llevar a cabo un despido objetivo con una indemnización de 20 días", añade.

Dentro de estas ausencias por enfermedad "no entraban las enfermedades crónicas o graves, como el cáncer, pero sí las que favorecen al trabajador pícaro. Por eso, las empresas se quejaban mucho de que este absentismo era nocivo para la productividad, pero ya está derogado", recuerda el experto.

El abogado y profesor de EAE Business School, Víctor Fermosel, tampoco entiende que hayan incluido ese punto en la rectificación. "Desde que salió en el BOE, quedó derogado. Habrán querido meterlo para darle más bombo, porque, como en marzo ya sólo hablábamos del coronavirus, no le habían dado mucha publicidad", supone. Fermosel ha sido muy crítico con el pacto firmado y con la posterior rectificación. "Han firmado algo a sabiendas de que era imposible derogar casi de inmediato una ley que afecta a muchas más leyes, como la Ley Concursal".

"Esta reforma consiguió grandes hitos en el pasado y saneó cierta parte de la infraestructura laboral de España. El problema de la derogación es que realmente no sabemos qué va a ocurrir, la irresponsabilidad es máxima porque va a afectar a todos los sectores y a sus convenios y no va a ser un paso que funcione de la noche a la mañana, sino que habrá que tener en cuenta cada una de las leyes a las que va a afectar y cada una de las situaciones. Del mismo modo, el diálogo social se va a ver afectado profundamente y va a convertir en complicada cualquier posible negociación empresario-trabajador tal como se ha hecho siempre. El cambio absoluto de normativa sin previsión, a lo cual nos empezamos a acostumbrar, va a traer unas consecuencias impredecibles. Han creado una inseguridad económica máxima", declara.

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