En España, el 32% de los empleos se pueden hacer desde casa, aunque en las cifras anteriores a la covid-19, solo el 7% de los trabajadores realizaban las labores desde su domicilio, una cifra que se sitúa muy por debajo de la medida de Europa. De hecho, en Suecia o en los Países Bajos la opción de trabajar en remoto es la elegida por el 30% de la fuerza laboral total. Además, según un paper realizado por Juan César Palomino, Universidad de Oxford, Juan Gabriel Rodríguez y Raquel Sebastián, de la Universidad Complutense de Madrid, España es el quinto país de la Unión Europea (UE) peor preparado para el teletrabajo.
Sin embargo, las Islas Canarias quieren tomar la delantera nacional y emular a lo que se ha hecho en otros lugares del mundo para convertirse en un destino popular para los teletrabajadores. Desde el año 2016, el archipiélago acoge el Nomad City, que es uno de los eventos europeos más populares sobre el trabajo en remoto. Esta iniciativa fue creada por Nacho Rodríguez, quien ahora pide al Gobierno regional emular lo que hizo la ciudad estadounidense de Tulsa.
Para poder paliar la brutal paralización del turismo nacional e internacional, Rodríguez pide mirar a Tulsa, que cuenta con unas características similares a las de Canarias. En esta urbe americana, se impulsó un programa llamado Tulsa Remote que entregada 8.600 euros a los trabajadores que decidieran vivir allí y realizar sus labores en remoto. De hecho, para las 100 becas de 8.600 euros que ofrecían en 2019, se presentaron más de 10.000 solicitudes demostrando así el éxito de la idea. Por si fuera poco, la media salarial anual de estos empleados fue de 90.000 euros y el gasto en la ciudad de 26.000 euros por persona. Por eso, Canarias quiere emular esa estrategia.
El fundador de Nomad City, que es a su vez el único español dentro de la Asociación Mundial del Teletrabajo, señala en Cinco Días que ha pedido al Gobierno de Canarias que se dirija al Ministerio de Asuntos Exteriores con la finalidad de crear un visado especial para los trabajadores que se establezcan en las islas. Algo similar a lo que también se ha hecho en Barbados y que también está demostrando cierto éxito. Además, las últimas estimaciones señalan que el Viejo Continente podría alcanzar entre 40 y 73 millones de teletrabajadores, de los cuales España podría recibir un 10 o un 15%.