El mercado inmobiliario ha sido, desde siempre, uno de los favoritos de los inversores. No obstante, dada la situación actual generada por la pandemia, se hace más necesario que nunca tener en cuenta las claves a la hora de invertir en el sector, con el objetivo de minimizar los riesgos y maximizar los retornos.
En primer lugar, la planificación financiera puede ser uno de nuestros grandes aliados. Es muy importante establecer objetivos antes de emprender cualquier inversión, ya que nos hará elegir de forma más fácil el tipo de activo inmobiliario que mejor se adapta a ellos, así como la cuantía de la inversión que podemos hacer, además del horizonte temporal en el que queremos obtener ciertos beneficios. En este sentido, hay que destacar que el mercado inmobiliario suele ser una inversión a largo plazo.
Además, debemos informarnos correctamente sobre la situación actual del mercado inmobiliario, así como las previsiones de cara al futuro, sobre todo en momentos como el que vivimos ahora. Se trata de saber todo lo posible acerca del estado del sector, con el objetivo de no cometer errores a la hora de dirigir nuestra inversión.
Por otro lado, es importante tener en cuenta que no sólo existe la inversión directa, sino también indirecta dentro del sector, que en los últimos años ha adquirido cada vez más fama, sobre todo entre los inversores que no pueden permitirse realizar grandes desembolsos. Concretamente, podemos invertir en el mercado inmobiliario a través de bolsa, fondos de inversión o en SOCIMIS. En este sentido, también será necesario tener un conocimiento claro de este tipo de opciones, para saber si se adaptan a nuestros objetivos y horizontes.
El mercado inmobiliario, a pesar de tratarse de algo esencial, no está exento de tendencias. Así, la pandemia de covid-19 ha dejado una demanda creciente de viviendas a las afueras de las grandes ciudades, más luminosas, con jardín e incluso piscina, lo que también pueden tener en cuenta los inversores a la hora de decantarse por unas u otras opciones.
Además, no debemos olvidarnos de la fiscalidad de los vehículos inmobiliarios. Entre otros, se encuentran el IVA del 10% para las viviendas de nueva construcción, el Impuesto de Transmisión Patrimonial para las de segunda mano, o el Impuesto sobre Bienes Inmuebles.
Teniendo todos estos aspectos en cuenta, será más fácil para el inversor comenzar a invertir con menor riesgo en un sector famoso por su rentabilidad.
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