Pese a que algunos medios como "ABC" y "La Razón" siguen alimentando la idea de una guerra de desgaste entre Repsol y Endesa por el control de Iberdrola, en la cúpula de Repsol-YPF y Gas Natural se ha llegado a la conclusión de que todavía pueden entorpecer la marcha de la fusión, pero no hacerse con la compañía presidida por Iñigo de Oriol. La reciente reunión de Rato con los máximos directivos de ambas compañías, Cortina y Bufrau, habría persuadido a ambos de que el Gobierno considera zanjada la fusión en favor de Endesa y que en la Moncloa existe una suspicacia creciente ante la posibilidad de que Alfonso Cortina se convierta en un nuevo Juan Villalonga.
La postura ambigüa de La Caixa y la aparente contrariedad del BBVA ante la fusión se debería, según otras fuentes, a la presión política que Pujol y, especialmente Arzalluz, han hecho sobre las dos entidades bancarias para que impidan la "nacionalización" del sector eléctrico. Paradójicamente, esa presión de Arzallus para que Madrid no se lleve la sede de Iberdrola del País Vasco habría sido el último argumento de Aznar para zanjar en favor de Endesa la fusión-absorción de Iberdrola. Las manifestaciones de Pujol contra el acuerdo se interpretan como una manifestación de contrariedad ante un reequilibrio del sector energético que compensaría el "poder catalán" en el sector gasístico. De todas formas, el valor del gas en la producción futura de energía eléctrica a través de las nuevas centrales de ciclo combinado asegura a Gas Natural una posición privilegiada en ese sector aunque sea indirectamente.
Alfonso Cortina decidió tomarse unas breves vacaciones cuando comprobó que la irritación del Gobierno empezaba a recordar la época de las "stock options" en Telefónica, con el reto de Villalonga a su compañero de pupitre que acabó en su defenestración de la compañía. Sin embargo, algunos directivos de Repsol habrían considerado la posibilidad de querellarse, a través de algún fondo de pensiones norteamericano, contra Iñigo de Oriol y la dirección de Iberdrola por supuesta falta de transparencia en los términos de la fusión y no haber tenido en cuenta los intereses de los accionistas al no considerar la oferta de Repsol-Gas Natural.
Aunque tanto Endesa como Iberdrola consideran imposible una marcha atrás en la fusión, esta posibilidad de la querella se contempla con preocupación y se vería como una venganza personal de Alfonso Cortina. En el Gobierno se entendería también esa iniciativa como un acto de hostilidad, pero no se descarta del todo. En ese caso, algo o alguien entre los "amigos del Gobierno" puede recordar demasiado a Juan Villalonga.

Repsol tira la toalla ante el respaldo del Gobierno a la fusión Endesa-Iberdrola
A pesar de la insistencia de algunos medios -muy singularmente "ABC"- en que Repsol estaría a punto de contraatacar en la fusión Endesa-Iberdrola, Alfonso Cortina y la cúpula de Repsol-YPF y Gas Natural habrían desistido ya de dar una batalla que no pueden ganar. Fuentes del Gobierno han comentado a Libertad Digital que Aznar no tolerará un nuevo Caso Villalonga. Rato recomendó a su amigo Cortina tranquilidad.
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