Desde el pasado mes de julio, el Ayuntamiento de Barcelona aplica una nueva tasa de residuos repercutida sobre el recibo del agua. El encarecimiento del recibo provocado por esta nueva medida recaudatoria del consistorio que dirige Ada Colau ha provocado un enorme malestar entre los ciudadanos, empujando a la empresa responsable del suministro de agua a realizar una campaña informativa con la que aspira a explicar lo ocurrido.
Así, desde Agbar (Aguas de Barcelona) han tomado nota de las acciones comunicativas del sector eléctrico, que lleva años explicando la incidencia de los impuestos y los costes regulados en la factura de la luz, y han optado por modificar sus recibos para enseñar claramente a sus clientes el peso que tienen las tasas municipales en la factura del agua.
El nuevo recargo sobre residuos en domicilios particulares fue aprobado por el consistorio de la Ciudad Condal a finales de febrero. La formación política de Ada Colau, Barcelona en Común, impulsó la tasa de la mano de los socialistas catalanes (PSC) y con los votos de ERC. Solamente 12.500 familias consideradas "vulnerables" se van a librar de pagar el impuesto.
Según los datos que manejaba Agbar a comienzos de año, la tasa será repercutida a tres de cada cuatro hogares y supondrá un encarecimiento de la factura del agua de hasta 51 euros al año. Conviene señalar, además, que el Ayuntamiento de Barcelona ya cobra la tasa metropolitana de tratamiento de residuos, de modo que el golpe a los ciudadanos es doble.
Según explica Agbar, el recibo del agua se explica en un 35% por las tasas municipales. No solo eso: si se comparan las cifras de 2020 con las de 2015, año en que Colau llegó a la alcaldía, puede comprobarse que los precios de la factura han subido un 0,1% en lo tocante al consumo, pero se han incrementado un 106% en lo referido a los impuestos.
En clave política, el PP ha presentado una moción que pretende tumbar la nueva tasa aprobada por Colau y sus socios municipales, pero el contexto municipal no parece propicio para que prospere la medida, puesto que Barcelona en Común, PSC y ERC siguen conformando un bloque político más o menos cohesionado.
Pero Ada Colau no solo no está por la labor de asumir el coste político de esta medida, sino que ha arremetido contra Agbar. Así, los "comunes" se han lanzado a las redes sociales para denunciar la "estafa" que, según los comunistas barceloneses, está perpetrando la compañía encargada del suministro de agua.