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Agonía en las tiendas de ropa: "No podemos pagar ni los despidos"

"La gente prefiere ahorrar que comprar ropa", señala la patronal textil, que califica de "vergüenza" al Gobierno.

"La gente prefiere ahorrar que comprar ropa", señala la patronal textil, que califica de "vergüenza" al Gobierno.
Tienda en rebajas | Europa Press

Agosto ha fulminado todas las esperanzas del sector textil. Los comerciantes esperaban que la desescalada y las rebajas otorgaran a las tiendas de ropa el balón de oxígeno que necesitaban, pero nada más lejos de la realidad. El octavo mes del año, el mes estrella del verano, se ha saldado con la dramática caída del 32,8% en las ventas. Esta cifra supera el desplome del 22,5% de las ventas de julio y del 25,8% de las ventas de junio, cuando ya estaban abiertas las tiendas. Y el negocio va de mal en peor.

"Los datos de agosto han supuesto una bofetada importante. Sabíamos que no iban a ser buenos, pero no de esta manera", asegura a Libre Mercado Eduardo Zamácola, el presidente de la Asociación Empresarial del Comercio Textil, Complementos y Piel (Acotex), encargada de recabar los datos. La ausencia del turismo en agosto y los rebrotes son las razones que han contribuido a mantener vacíos los establecimientos. "No hemos vendido nada en las zonas turísticas y la gente tiene miedo, tanto por el coronavirus, como por la situación económica. Muchos están en ERTE o temiendo que les despidan. Prefieren ahorrar que comprar ropa", reconoce el presidente de la patronal

A día de hoy, el consumidor sigue recelando de los sitios cerrados y, en el caso del textil, la ausencia de eventos —como bodas, bautizos o fiestas— han apagado la ilusión de la clientela de estrenar nuevos looks. "No vas a ponerte de punta en blanco para comprar el pan o ir a la farmacia. El producto de colección ha sufrido un duro golpe; del básico se vende algo más, pero está cayendo todo", lamenta el experto. El estado anímico de los consumidores también se nota: "La gente no tiene ganas de ir de compras. Está pensando en la mascarilla, la fiebre o en si tiene que llevar a su hijo al cole o no. Es desesperante", añade.

Ni las promociones agresivas de agosto —que Zamácola asegura que han sido mayores que otros años— han conseguido atraer visitantes a las tiendas. "Da igual que el vestido de fiesta esté rebajado al 50% o al 60%, si no vas a ir a ningún evento para poder ponértelo", apunta. Tampoco hay que olvidar que durante el confinamiento los españoles han tenido aparcada mucha ropa en el armario y que ahora, en lugar de comprar prendas nuevas, han aprovechado a ponerse lo que no pudieron lucir en los peores meses de la pandemia.

Un Gobierno de "auténtica vergüenza"

Zamácola tampoco es muy entusiasta con el auge de las compras online durante el estado de alarma. "Es cierto que han aumentado las ventas por este canal y que hemos aprovechado para acelerar la digitalización, pero las ventas online sólo representan al 10% del negocio, el 90% está en la tienda física. Internet no nos va a salvar", afirma.

Los que sí se animan a acudir a los establecimientos, también han cambiado sus costumbres —lamentablemente—. "Si antes permanecían en la tienda una media de 25 minutos, ahora, están 8 minutos. No miran, no picotean. Compran lo que necesitan y se van. Nuestras tiendas son completamente seguras, pero se le ha trasladado otra imagen a la gente. El Gobierno el primero", critica Zamácola.

Sin medias tintas, el presidente de Acotex califica a la actitud del Ejecutivo de Pedro Sánchez con su sector de "una auténtica vergüenza". Zamácola asegura que "la desescalada de las tiendas fue indignante. ¿Quién ha dicho que el coronavirus se transmite por la ropa? Ellos. ¿Por qué nos obligaron a mantener las prendas en cuarentena dando la sensación de que no éramos seguros? A un taxi, que también tiene el asiento de tela, no le hicieron tenerlo en cuarentena ¿por qué a nosotros sí?", se pregunta.

"No podemos pagar ni los despidos"

Con un acumulado anual de la caída de ventas del 41,1% con respecto a 2019 y con más del 15% de los establecimientos todavía cerrados, el sector textil agoniza. "Nuestras empresas están en modo supervivencia. Sólo pueden pensar en cómo llegar a fin de mes, en cómo aplazar este pago o el otro…", señala Zamácola. Por ello, una vez finalicen los ERTE, el presidente de Acotex augura despidos en el sector. "Va a ser imposible mantener al 100% de la plantilla porque nuestras ventas están cayendo un 40%. Es inviable", lamenta. "No tenemos liquidez ni para pagar las indemnizaciones por despido", llega a asegurar.

Además de una prolongación de los ERTE, a la patronal no le valen moratorias en los impuestos, tasas, tributos o en las cuotas de la Seguridad Social. "Es necesario la condonación de los mismos, reducción del IVA para incentivar el consumo, el sector necesita liquidez y no más endeudamiento y una solución para el pago de los alquileres comerciales a los que no podemos hacer frente mientras sigamos con estos niveles tan bajos de ventas", reclaman. La moda es uno de los pilares de la economía española y representa al 2,8% del PIB.

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