La decisión de anunciar estas restricciones está íntimamente ligada al cuadro sanitario que presentan los barrios y municipios afectados.
En el marco de su estrategia de contención ante la segunda ola de contagios, la Comunidad de Madrid ha restringido la entrada y salida en diversos barrios y municipios, en los que además está previsto realizar un millón de los nuevos test rápidos de covid-19 que han sido adquiridos a la farmacéutica Abbott.
Nada más conocerse las medidas, la izquierda radical ha respondido que se trata de una estrategia "clasista". Con este discurso, políticos como Íñigo Errejón y periodistas como Antonio Maestre han aludido al hecho de que las zonas sujetas a las nuevas restricciones sean también áreas de menor renta. Así, Errejón ha hablado de "segregación de clase" y Maestre ha acuñado el término "confinamiento de clase".
Es segregación de clase. Ineficaz e injusta. No puede tolerarse #AyusoConfinateTuPrimero
— Íñigo Errejón (@ierrejon) September 18, 2020
Confinamiento de clase pic.twitter.com/aEDyZTC9TP
— AntonioMaestre (@AntonioMaestre) September 18, 2020
El caso es que, por mucho que la izquierda radical insista en lanzar este tipo de mensajes, los datos son claros y la decisión de anunciar estas restricciones está íntimamente ligada al cuadro sanitario que presentan los barrios y municipios afectados. Y es que, como puede verse en los dos siguientes gráficos, la incidencia del covid-19 ha sido mucho más intensa en estas zonas de la región.
Por otro lado, es importante recordar que otras comunidades autónomas donde gobierna la izquierda ya están aplicando restricciones o confinamientos en barrios o municipios que presentan peor situación epidemiológica: