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Jesús Gómez Ruiz

Tasa única: ¿va para rato?

Este es un mundo lleno de paradojas y de sorpresas. En no pocas ocasiones recibimos beneficios de quienes creíamos enemigos, y daño de aquellos que creíamos nuestros amigos o aliados. En fin, se trata de arcanos de la Providencia que no nos toca a nosotros desentrañar.

Uno de ellos es la inversión de papeles entre el PSOE (de Zapatero, que no el de Felipe) y el PP en lo que toca al IRPF. Uno oye a Jordi Sevilla hablar de la tasa única del IRPF y le parece estar escuchando a Rodrigo Rato hace siete u ocho años, cuando, según los entendidos en politicología e imagen, a Aznar todavía le faltaba “un hervor”. En cambio, uno oye hablar hoy a Rodrigo Rato y a Cristóbal Montoro, y le parece estar escuchando al arrogante y prepotente Solchaga y las puyas y el cinismo mal disimulado de Borrell, siempre celebrado por quienes nunca han sufrido sus consecuencias.

Un sector de la izquierda se ha dado cuenta de que bajar los impuestos es progresista. ¿Y el centro-derecha light pasado por la izquierda políticamente correcta con complejo de culpabilidad por no ser suficientemente “progre”?. Pues parece que se ha quedado en las consignas del che Guevara, alertando a Jordi Sevilla del peligro de seguir los “criterios de la gran banca”.
Y uno se pregunta ¿es acaso malo seguir los criterios de la banca (grande o pequeña) sólo porque la banca los enuncie? Esto suena a polilogismo marxista: todo lo que diga un burgués está necesariamente contaminado por su interés de clase. La lógica proletaria es distinta (y superior) a la burguesa.

Nuestros políticos de centro, centro-derecha, o centro derecha y un tercio a la izquierda, se han tomado demasiado en serio el cursillo acelerado de doctrina y fraseología “progre” y políticamente correcta. Es una pena que sufran de síndrome de Estocolmo, ellos que en la oposición se proclamaban liberales o filoliberales. Menos mal que Aznar, aunque con la boca pequeña, ha declarado que bajar los impuestos es bueno. Habrá que preguntarle cómo de absoluta tiene que ser la mayoría que obtenga el PP en unas elecciones para atreverse a realizar la política que sus dirigentes defienden sólo nominalmente, ya ni siquiera de palabra.

Señores del PP: el centro se ha desplazado a la derecha, y la izquierda ya se ha reubicado. Que el sopor de la mayoría absoluta no les impida ver que el movimiento de traslación político ya les ha dejado a la izquierda de la izquierda.

Por favor, ocupen sus puestos. Y no nos digan que eso de bajar los impuestos es una irresponsabilidad, o que, "va para rato".

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